Fue seleccionado como uno de los diez jóvenes mejor preparados del mundo de una lista inicial de nada menos que de 18.000 candidatos. Se erigió como el mejor candidato español y como tal, desempeñó durante un mes el cargo de director ejecutivo de Adecco en España (CEO por sus siglas en inglés).

«La responsabilidad no es algo que me asuste», confirma Héctor, de 23 años, a este diario durante la fase final del proyecto que tuvo lugar el pasado miércoles 2 de septiembre en Madrid y que decidió que la japonesa Ayumi Kunori compartiese, durante un mes, el cargo de CEO mundial de la compañía Adecco con Alain Dehaze, persona al cargo de más de 30.000 empleados en todo el mundo.

A este joven criado en el barrio de Buenavista le gusta asumir retos. A todo lo que pueda hacer crecer su personalidad le da la bienvenida, uno de los motivos sin duda por los que ha conseguido llegar hasta esta fase final. También por su visión analítica de las cosas. «Puede que me venga de mi formación», reconoce este ingeniero aeronáutico que ha terminado la carrera tan solo hace un par de meses. «Las empresas valoran eso para sus estrategias», pero también un perfil variado y polivalente, por lo que ya tiene previsto realizar un master en Inglaterra a partir del próximo mes de octubre durante un año. «Soy una persona muy organizada y no aguanto estar mucho tiempo sin hacer cosas».

Algo que ha demostrado en este bootcamp, como han bautizado el programa los directivos de Adecco al más puro estilo de entrenamiento militar, que ha exprimido a estos jóvenes talentos durante las últimas semanas. Un periodo en el que Héctor Recio destacó por su «perseverancia, energía y capacidad de comunicarme».

Para él ha sido «un reto increíble» en el que ha disfrutado y también «sufrido» aunque valora las «experiencias condensadas en las que se aprende y te aportan el equivalente a un año de estudios». Destaca que esta experiencia le ha «abierto mucho la mente» y «me llevo en la mochila el querer siempre mirar más allá y salir de nuestra zona de confort». Una cualidad que estimó indispensable en el actual mercado de trabajo para los jóvenes, colectivo en el que se fija para «focalizar» los esfuerzos de las instituciones y administraciones «porque son el futuro», dice.

Comunicador universal. Entre sus propuestas para optar a ser CEO de Adecco por un mes se encuentran precisamente una mayor colaboración entre la Universidad y las empresas, pero llevada a la máxima expresión en un mundo cada vez más globalizado. De esta forma se corregirían los desequilibrios que existen entre la formación académica y la demanda real de las empresas para sus puestos de trabajo. «Hay una falta de compatibilidad entre las competencias que se aprenden y las que luego se requieren en el mercado laboral», alega Recio en su exposición, en la que se le escapan distintos términos ingleses a los que está muy habituado.

De esta forma resume el drama actual de los jóvenes que se topan con empresas que no encuentran los perfiles adecuados y jóvenes que salen con enseñanzas que no tienen salidas profesionales. Una circunstancia que da lugar a 8 millones de puestos de trabajo que están sin cubrir en estos momentos en el mundo, en el que existen 75 millones de jóvenes menores de 25 años en búsqueda activa de su primer empleo.

Entre esos puestos de trabajo, entre los que se encuentra el empleo del futuro, Héctor identifica mayores salidas para un perfil «más comercial» y a la vez «más internacional». «El mundo se expande, cada vez es más global y se demanda más comunicación», expone, por lo que son esos perfiles internacionales de negocio los que tendrán salida. «Hacer del mundo un lugar único será la clave», resume.

Él y sus otros nueve compañeros finalistas del proyecto de Adecco CEO por un mes, entre los que se encuentran jóvenes de entre 21 y 25 años de países como Holanda, Dinamarca, Australia, Francia, Italia, Japón o la República Checa, se han convertido ya un referente y modelo a seguir para multitud de jóvenes que quieren quitarse de la solapa esa etiqueta que les ha puesto la crisis de «la generación perdida». A esos jóvenes que van a empezar sus estudios o simplemente empiezan a construir su futuro, Héctor Recio les aconseja fijarse en tres aspectos: «hacer lo que te gusta, porque la pasión es el motor de todas las cosas; pensar en qué es lo que se te da bien hacer; e identificar qué es lo que hago diferente a los demás». Una receta que, por ese orden de prioridad, asegurará el éxito de las generaciones del futuro.