El arzobispo exige una legislación «más acorde» con la dignidad humana

latribunadetoledo.es
-

«A la hora de tomar partido por la cultura de la vida o de la muerte de poco valen componendas electoralistas de cualquier signo», dice

El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez Plaza. - Foto: Víctor Ballesteros

El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez Plaza, facilitaba ayer a los medios su escrito semanal para este domingo 28 de septiembre  después de que este martes se retirara el anteproyecto de Ley Orgánica de Protección del Concebido y los Derechos de la Embarazada. El prelado pide mostrar «lo inhumano» del aborto, al tiempo que exige una actividad legislativa «más acorde con la naturaleza de lo que es la dignidad de la persona humana».

«Sólo tenemos una vida y en ella se juega la felicidad, el sentido para esta vida o la falta de él; no podemos permanecer indiferentes, como si lo que le sucede a la sociedad española nada tuviera que ver con nuestra fe, nuestro seguimiento de Jesucristo o con nuestra comunidad parroquial o diocesana», argumenta monseñor Rodríguez Plaza.

Para el Primado de España, «valen poco aquí componendas electoralistas o calificaciones políticas de este o aquel signo a la hora de tomar partido por la cultura de la vida o de la muerte». Además recuerda que  no hace muchos días ha habido en distintas ciudades de España actos promovidos por la sociedad civil a favor de la vida humana.

«¿Han sido solo los católicos quienes han participado en esas manifestaciones?», se pregunta el arzobispo de Toledo, para responder: «No necesariamente, aunque hayan sido católicos la mayoría de ellos», y lamentar que siga propagándose «el sofisma de que los partidarios del aborto son progresistas y de izquierdas y quienes se oponen al aborto de derechas y católicos».

En este sentido, apunta que «la muerte de seres inocentes» nunca está justificada «lo diga quien lo diga». «El ser humano es un fin en sí mismo y nunca un medio para resolver otras dificultades. He aquí un ámbito de la sociedad actual donde no vale abstenerse, hay que apostar y públicamente decir lo que se piensa sobre el aborto», añade.

«Las posibles soluciones no pueden ser siempre las mismas: interrupción voluntaria del embarazo. Es decir, sin eufemismos, muerte de un ser humano. ¿No hay otras? Sin duda, pero tenemos que mostrarlas y actuar. Dios nos ayude y nos haga superar nuestro miedo a decir la verdad, porque ella nos hace libres».

En su escrito semanal, Rodríguez Plaza hace alusión también a las palabras del Papa Francisco en la que afirma: «entre los débiles, que la Iglesia quiere cuidar con predilección, están también los niños por nacer, que son los más indefensos e inocentes de todos», palabras que, a su juicio, «algunos no las tienen claras y olvidan que un ser humano es siempre sagrado e inviolable, en cualquier situación y en cada etapa de su desarrollo». «¿O volvemos a escuchar la cantinela de hace algunos años cuando se decía que el feto es ser humano pero no persona humana?», se pregunta, para concluir afirmando que este hecho «sería trágico, a la luz del número de abortos cada año en España».