El Casón de los López, vendido

F. J. R.
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>Embargado desde 2012. Una empresa extranjera ha adquirido el inmueble, una casona del siglo XVI que fue restaurada en 1973 y que ha estado desde entonces vinculada a la hostelería de la ciudad

El edificio fue restaurando en 1973. - Foto: Carmen Toldos

Si el mercado inmobiliario es el mejor termómetro para medir la recuperación económica, atisbos de esperanza llegan al Casco Histórico. No es que las últimas estadísticas de compraventa hayan triturado las expectativas, ni mucho menos, pero en ocasiones el simbolismo de una única operación es suficiente para dejar entrever muchas cosas.

El inmueble del Casón de los López, situado en la calle de la Sillería, es uno de esos ejemplos. El edificio, una casona del siglo XVI, fue restaurado en 1973 para dar servicio hostelero. Desde entonces, logró enraizarse en la sociedad toledana como lugar de paso para tomar el vermut, un café o degustar su oferta gastronómica.

Con los años, el negocio supo adaptarse a la demanda, llegando incluso a abrir una ‘wiskería’ en su sótano. Fue su última mejora. En marzo de 2012 el Casón de los López cerró sus puertas incapaz de hacer frente a la crisis.

Una entidad financiera ejecutó el embargo del inmueble ante los continuos impagos de los propietarios. Desde entonces el edificio ha permanecido cerrado a cal y canto.

Hasta ahora. Una empresa extranjera, de origen asiático, ha adquirido el inmueble hace unas semanas. La entidad financiera que embargó el edificio así lo confirma a La Tribuna, aunque por motivos de confidencialidad no se pronuncia sobre el nuevo propietario.

Desde la Asociación de Hostelería de Toledo aseguran no estar al tanto de la venta del Casón de los López y no tienen comunicación aún de que los nuevos propietarios vayan a recuperarlo para su antiguo uso, aunque la noticia ya circula entre los proveedores de distintas marcas.

De esta forma, parece que las puertas del mítico edificio pueden volver abrirse en breve, aunque se desconoce bajo qué fórmula.

Los nuevos propietarios tienen trabajo por delante. La amenaza de embargo propició que muchas de las ‘joyas’ que albergaba el Casón fueran retiradas para que no pasaran a manos del banco. Aunque el inmueble fue totalmente reformado, se hizo bajo la fórmula de evocar la arquitectura de las ‘tres culturas’ tan presente en Toledo.

Además, un incendio el 30 de marzo de 2012 dejó inservibles las cocinas del Casón y afectó a parte del edificio, sin poner en riesgo sus artesonados ni la estructura del inmueble.

Por último, y de cara a volver a dar servicio, hostelero u hotelero, hay que recordar que la calle de la Sillería, ya desde 1464, tal y como recoge el historiador Julio Porres en su ‘Historia de las calles de Toledo’, estuvo muy vinculada al sector, puesto que era citada en el pago de un tributo como «calle de los Mesones de Sillería» y en varios documentos de la época se reconoce la concentración de varias tabernas en la zona. Todo eso sumado a que su denominación ‘de la Sillería’, hace referencia a que en ella, según aventura el propio Porres, se vendían sillas de montar; una venta que no se realizaba en comercios al uso ni talleres artesanos, sino que en aquellos años se producía en los propios mesones.

Este retazo de historia no es baladí de cara a próximas fechas, puesto que en el año del IV centenario de la publicación segunda parte de El Quijote, son varios los historiadores que han coincidido en que, en los años en los que Miguel de Cervantes vivió en Toledo, fue cliente habitual de varios de los mesones de la zona.