El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, presenció ayer en el Palacio de Fuensalida la toma de posesión del nuevo presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page y aseveró ante los medios de comunicación que el relevo socialista forma parte de «unos cambios muy importantes» políticos en los gobiernos autonómicos. En este sentido, mencionó también los casos de Baleares, Valencia, Aragón y Extremadura y apostilló que se está configurando «un mapa político del cambio».

A este respecto, Sánchez añadió que el cambio político supone un giro «coherente, socialdemócrata, un cambio de valores, un cambio de políticas en los gobiernos autonómicos».

A continuación, el responsable socialista indicó que representa también «la antesala de lo que ocurrirá en el mes de noviembre, el cambio político en España que está demandando la ciudadanía», en referencia a las próximas elecciones generales.

La ex presidenta de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, entró en el Palacio de Fuensalida unos minutos después de Pedro Sánchez, pero no hizo declaraciones a los medios de comunicación. El ministro de Defensa, Pedro Morenés, estuvo también ayer en Toledo.

El presidente de la Diputación, Álvaro Gutiérrez, manifestó que se trataba de un día «emocionante, emotivo, ilusionante» que supone entrar en «tiempos nuevos y retos nuevos». Al respecto, señaló que colaborará con Emiliano García-Page, sobre todo en asuntos sociales y de materia de empleo. Así, mencionó el plan de choque de la Junta de 60.000 empleos que se ejecutará de forma «urgente, inmediata y rápida». La Diputación de Toledo «planterá la colaboración para que ese objetivo se ponga en marcha inmediatamente, en los próximos meses» y abundó en que Page dará «un nuevo aire» al gobierno «que se notará a partir de mañana -por hoy-».