Adiós Vostell, decir Auschwitz

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El Museo Sefardí conmemora el Día Internacional en Memoria de las Víctimas del Holocausto este viernes con música y poesía

Adiós Vostell, decir Auschwitz - Foto: David Pérez

Hoy se conmemora el Día Internacional en Memoria de las víctimas del Holocausto, un día señalado por la Asamblea General de las Naciones Unidas que este año quiere rendir homenaje a la libertad, la vida y el legado de los supervivientes de este episodio dramático de la historia de la humanidad: el Holocausto.

En esta jornada tendrán lugar diversos actos en muchas ciudades del mundo, y en Toledo, en el Museo Sefardí, se conmemorará a través de la cultura, la poesía, la música y la mirada contemporánea en la pintura.

Pintura a la que se ha dado protagonismo en 2014, con la exposición temporal ‘SHOAH 1492-1945. El Greco y Vostell, dos forasteros en las Españas’. Y es que precisamente esta obra tiene un discurso pictórico que su autor, Wolf Vostell, definió como un «infinito puente de más de 500 años sobre ese mar de lágrimas de las víctimas sojuzgadas, expulsadas, perseguidas y masacradas».

El próximo viernes, a las siete de la tarde el museo despedirá la obra de Vostell y «diremos» Auschwitz. ‘Decir Auschwitz’ es el nombre del poema de León Felipe que inspira este acto poético-musical en el que rendirán homenaje a todas las víctimas. También, como informaban en nota de prensa, sirve de modesto homenaje a Francisco Valladares, actor que inició en la sinagoga este acto tan especial.  La lectura e interpretación del poema correrá a cargo de la actriz toledana Lola Baldrich, y después tendrá lugar un concierto a cargo del dúo Jones- Maruri, violoncello y guitarra.

Wolf Vostell. El artista alemán Wolf Vostell fue uno de los representantes más sobresalientes dentro de la vanguardia artística del siglo XX, cuya obra estuvo impulsada por un mismo principio: la estética de la destrucción que pretende simbolizar el carácter negativo y agresivo del mundo contemporáneo.
Shoah (1492-1945): un inmenso tríptico realizado en acrílico y hormigón, creado por Vostell en 1997 en memoria de la expulsión de los judíos españoles y de las víctimas del Holocausto, ha permanecido todo el año 2014 en la gran sala de oración de la Sinagoga del Tránsito-Museo Sefardí.