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El párroco de Cazalegas, Victorio Sánchez Martín, ha expresado la conmoción de los vecinos de esta localidad talaverana al asegurar que «yo he tenido que enterrar a muchos, pero nunca a un asesinado». Pronunciaba estas palabras en el inicio del funeral por Víctor Manuel González Flores, el joven de 28 años muerto tras recibir varios disparos cuando paseaba con sus galgos por un terreno de la localidad el pasado viernes. Centenares de residentes en esta localidad de unos 2.000 habitantes, conocida por su turístico embalse, dieron su último adiós al fallecido.
La iglesia de San Vicente Mártir ya se quedó pequeña para acoger a todos los que quisieron apoyar a los padres, hermanos, novia y otros allegados de la víctima antes de que comenzara el sepelio. Muchos optaron por permanecer concentrados a la entrada del templo, llenando la Plaza de España, para luego acompañar al cortejo fúnebre hasta el cementerio.
Las expresiones predominantes en la plaza eran las de consternación e incredulidad ante un execrable crimen que ninguno esperaba que pudiera ocurrir en un tranquilo rincón rural como Cazalegas, y menos a un joven apreciado por sus paisanos por su buen carácter . Ante lo incomprensible que parece el suceso, el padre Sánchez Martín solo pudo reflexionar sobre el hecho de que hasta en este apacible pueblo «el mal pulula», para pedir a unos feligreses «consternados» que ayuden a los allegados del fallecido a «cauterizar las heridas» que ha dejado lo ocurrido en su ánimo.
Una multitud se congregó en la parroquia y la plaza aledaña para seguir el funeral por el joven y dar su respaldo a la familia. - Foto: Yolanda Redondo El alcalde de Cazalegas, Amando Blanco, se sumaba a este mensaje resaltando que su pueblo estará con los familiares del muerto «ahora y siempre». El alcalde pedía que se deje trabajar a la Justicia y las Fuerzas de Seguridad en el esclarecimiento de este delito, con la confianza de que se localizará al autor del homicidio para «que caiga sobre él todo el peso de la ley».