Afortunada se sintió ayer la compañía ‘La Recua Teatro’ de pisar uno de los escenarios más emblemáticos de Toledo. La representación ‘Voces andariegas’ se enmarca dentro de los actos programados en la celebración del quinto centenario del nacimiento de Santa Teresa. En el claustro de la Catedral dieron vida a la abulense y a San Juan de la Cruz. Cuatro actores, un músico y una cantante para materializar una de las iniciativas del programa ‘Huellas de Santa Teresa’ del Ayuntamiento de Toledo.
La poesía de Santa Teresa y de San Juan de la Cruz resonó en medio de la belleza de la seo toledana. Lo hizo en tres pases, a las 20,00, 21,00 y 22,00 de la noche y los asistentes pudieron disfrutar de esta representación de forma gratuita. Como explicó a este diario la directora, María Elena Diardes, el espectáculo también corrió a cargo de la Asociación Cultural Festival Celestina. Esta incursión de cuarenta minutos en la poesía de Santa Teresa y de San Juan de la Cruz, dos de las figuras más importantes de la literatura mística, se acompañó de música en directo compuesta por Sebastián Lorca y la voz la puso Jasmina Petrovic.
Representaron fragmentos de distintos poemas, entre ellos algunos de los más representativos como ‘El cántico espiritual’ y ‘Vivo sin vivir en mí’. Y todo ello salpicado con los sucesos más importantes que acaecieron en la vida de estas dos figuras. La obra recogió, de esta forma, el episodio en el que Santa Teresa se ve obligada a guardar clausura y toma la decisión de hacerlo precisamente en Toledo. Así es como comienza esta representación, que se repetirá el próximo sábado 11 de julio en la Sinagoga de Santa María la Blanca de la capital. Los pases son a la misma hora que ayer sábado. ‘La Recua Teatro’ también abordó el secuestro de San Juan de la Cruz por parte de la orden calzada.
homenaje a la teresa transgresora. La compañía quiso, de esta forma, rendir homenaje a la Teresa más transgresora. «A esa mujer que emprende valientemente y que encarna roles que no eran típicos patrones de aquella época, a una Teresa valiente que opta por expresarse como mujer y como persona». La abulene escribía, leía y pensaba, «tres cosas que para la mujer estaban prácticamente prohibidas en esos tiempos».
En definitiva, un trabajo enriquecedor que permitió conocer en profundidad la dimensión de Santa Teresa como mujer, escritora y fundadora. «Un ejemplo de vida extraordinario para su época», comenta la directora de la obra con la que se han adentrado en un mundo espiritual. La compañía ha contado como asesor con el superior de los Carmelitas Descalzos de Toledo, Ricardo Plaza.