«Cáritas no es solamente una ONG, Cáritas es la Iglesia que se acerca con su caricia y con su amor a los más necesitados». El director de esta organización de la Iglesia en la Archidiócesis de Toledo, Antonio Espíldora, compartía ayer con los medios los datos económicos del ejercicio 2014, así como la memoria de actividades realizadas en las parroquias «para cubrir las necesidades materiales de nuestros hermanos más pobres».

La financiación de esta institución eclesiástica se sustenta tanto de fuentes públicas, como privadas. En 2014 los ingresos de Cáritas superaron los 3,3 millones de euros, en concreto se alcanzaron los 3.270.753 euros para sufragar los gastos generados por los diez programas de acción social, así como la gestión y administración de la entidad y la planificación de las campañas de comunicación y sensibilización.

Tal y como indicaba el administrador de Cáritas en la Archidiócesis, Vicente Yuste, el presupuesto se incrementó un 11,8 por ciento al año 2013, lo que suponen 354.000 euros más de ingresos. La financiación público supuso el año pasado el 51,82 por ciento del presupuesto, mientras que los ingresos obtenidos por donaciones, colectas, campañas, y las aportaciones de empresas y particulares, es decir, ingresos de fuentes privadas, superaron el millón y medio de euros.

De esta forma, Cáritas gestionó un presupuesto en el que el 27,44 por ciento de las aportaciones llegaron de ayudas del Gobierno de Castilla-La Mancha (897.770 euros), junto a los 517.653 euros aportados por la Administración central, los 184.279 del Gobierno municipal y de la Diputación Provincial y los 95.304 euros de fondos europeos.

Los proyectos de mayor presupuesto en 2014, según la memoria económica, fueron el de acogida y asistencia, junto al Hogar 2000. En este sentido, Cáritas invirtió cerca de 1,2 millones de euros en los proyectos de acogida y asistencia, mientras que para el programa de Salud (VIH) que se desarrolla en las instalaciones del Hogar 2000 dedicó 765.000 euros.

Para la atención de personas sin hogar se destinaron 488.000 euros, y para los programas de vivienda, empleo y economía social la partida superó los 446.000 euros.

Cáritas invirtió en proyecto de cooperación internacional cerca de 118.000 euros. Para los programas de educación, que se basan en la compra de libros de texto y material escolar, así como en atender las necesidades de los menores en el ámbito docente, la organización destinó 35.548 euros, a los que hay que sumar unos 70.000 para el proyecto de infancia.

En el área de mujer, Cáritas invirtió 14.523 euros, y para formación y voluntariado la partida superó los 65.000, en concreto se destinaron 66.521 euros para estos programas en los que participan más de 2.000 voluntarios en las diferentes Cáritas parroquiales de la Archidiócesis.

Beneficiarios. Los datos económicos se traducen en beneficiarios, pues más allá de cifras, Cáritas trabaja por y para las personas. Así lo recordaba ayer el obispo auxiliar, Ángel Fernández Collado, además de agradecer el trabajo voluntario del equipo de profesionales que dedican parte de su tiempo libre a los proyectos de esta organización de la Iglesia.

En 2014, Cáritas Diocesana de Toledo atendió a 14.648 personas. El programa de acogida y asistencia fue el de mayor número de usuarios con 7.982, seguido por el de personas sin hogar, con 4.679 beneficiarios.