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Durante los últimos meses, Iniciativa Ciudadana viene luchando por el mantenimiento de las pocas fuentes públicas que existen en el Casco histórico. Tras la polémica de las instalaciones absorbidas por un bar de copas en Padre Juan de Mariana, ahora el colectivo vecinal se ha dirigido a la Concejalía de Urbanismo para pedir la recuperación de la fuente situada en la plaza Mayor, frente al teatro de Rojas. En su escrito, con fecha de entrada de 22 de agosto, el portavoz vecinal, Hilario Alarcón, solicita la recuperación efectiva de la fuente para este uso y no como jardinera decorativa. Además, también pide que el Ayuntamiento asegure de forma real, efectiva y evidente el paso de acceso hasta la misma, así como un perímetro a su alrededor de metro y medio que recoge la ley de Accesibilidad, y que permita el uso y disfrute de la infraestructura a pesar de estar rodeada por la terraza de dos bares.
Iniciativa recuerda que la fuente monumental de la plaza Mayor cuenta con unos faroles de herrería atribuidos a Julio Pascual. Se trata de una infraestructura que en estos momentos no funciona como fuente, sino más bien como macetero con tierra para vegetación.
Alarcón explica que aunque se trata de una fuente ornamental, puede servir para que quien por allí anda se pueda refrescar en verano. Entiende que, tras tiempo sin funcionar, los propietarios de los bares de alrededor con buena voluntad pusieron las platas allí para que no se llenara de suciedad y hacer más llevadero el mal estado de las instalaciones. «Pero una fuente pública tiene que funcionar como fuente», advierte.
Ya restaurada. Hay que tener en cuenta, recuerda Alarcón, que esta infraestructura fue restaurada y recuperada como fuente recientemente. Se incluye en el listado de 35 fuentes públicas del Casco que se restauraron en virtud de un convenio firmado entre el Ayuntamiento y la Real Fundación Toledo en 2008. Entonces, el alcalde de la ciudad, Emiliano García-Page, declaró que «nunca he entendido el abandono de las innumerables fuentes que hay en el Casco, pues además de embellecer el entorno urbano, ofrecen un servicio público, a veces esencial, en una ciudad que en verano supera los treinta y cinco grados a la sombra». Seis años después, se lamenta ahora Alarcón, esta fuente de la plaza Mayor «está peor que en 2008».
El portavoz vecinal se lamenta de que, sólo seis años después, esta fuente está abandonada, la de Gregorio Marañón se arrancó para dejar sitio a una terraza, y la de Juan de Mariana se ha anexionado a un bar de copas. Todas estas instalaciones se restauraron gracias al convenio. «El riesgo que tiene una fuente pública es directamente proporcional a su cercanía a un bar», se lamenta.