María Luisa Gutiérrez: «No existe un país en el que no esté subvencionado el cine»

I.P.Nova / Toledo
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Productora dentro de Amiguetes Enterprises SA y Bowfinger International Pictures SL.

Productora de muchas de las comedias más rentables del panorama cinematográfico español, como la conocidísima saga de Torrente. María Luisa Gutiérrez es la productora ejecutiva de Amiguetes Entreprisses SA de la que es socia junto con el polifacético Santiago Segura. Ayer, se acercó hasta el Festival de Cine y Palabra CiBRA  para descubrir la faceta desconocida del productor. Un ‘personaje’ extraño dentro del panorama cinematográfico que, según su opinión, «permanece en la sombra y no se sabe valorar lo suficiente».
¿Cuál es la labor de la producción? ¿Hasta qué punto influye su opinión sobre el trabajo de otros como el guionista?
Producción realmente es el dueño de la película. Es cierto que, sobre todo en nuestro país, se respeta mucho la figura del autor porque se considera el dueño de la idea; cosa que en América no pasa. El productor, desde el nacimiento del guión hasta que tiene el producto final, es el último responsable y quién se encarga de contratar a todos. Él es el responsable de que salga un producto vendible o de que se cumpla la labor para la que ha sido creado. En el caso de estar grabado para triunfar, termine teniendo premio.
¿Por qué considera que el productor es una figura un poco desconocida?
Normalmente se conoce a los guionistas y a los directores. Pero ellos no trabajan por amor al arte, trabajan porque hay alguien que les paga y somos los productores los encargados de conseguir ese dinero. En España no se habla mucho de los productores.
Siendo el encargado de las cuentas... ¿Cómo se consigue dinero en tiempos de crisis? ¿Sólo son rentables las tres grandes productoras ligadas a cadenas de televisión?
Para hacer una película en España necesitas subvenciones, como ocurre en el resto del mundo, también hace falta dinero privado y, por otro lado, si quieres hacer una película rentable necesitas una televisión que te promocione muy bien la película. Las televisiones, desde mi punto de vista, cuentan con algo a favor para producir películas y es que cuentan con su propia cadena. Yo, por ejemplo, como productora independiente tengo que aliarme con una televisión, cosa que sus propias productoras se ‘saltan’ al estar una configurada en si mismas. Es decir, ellos lo tienen más fácil. Pero eso no quiere decir que sólo se haga el cine de las televisiones.
Habla de la necesidad de la subvención. ¿El cine no puede ser autosuficiente?
Todo depende del tipo de producto, pero yo creo que el dinero público está para apoyar a aquellos sectores que sean estratégicos en un país como puede ser la cultura. Por ello, desde mi punto de vista, deben de apoyar al cine. Hay que remarcar que no hay país en el que no esté subvencionado el cine, como cultura que es. Aunque está claro que hay que entrar en cuáles son los condicionantes para las subvenciones. Obviamente, no se puede regalar el dinero. Se tienen que dar subvenciones para apoyar el cine comercial, aunque luego se puedan pedir reintegros, y también para aquellas películas que no van a ser comerciales pero que tienen que existir y pueden funcionar en festivales. Ese cine no comercial dará una buena imagen fuera de España. 
Siendo socia con Santiago Segura en la productora Amiguetes Entreprisses SA... ¿Les facilita las cosas, el nombre de una personalidad tan conocida como la suya, a la hora de vender sus proyectos?
Por supuesto que ayuda. Al ser un personaje público se te abren puertas, pero también te las cierra porque no a todo el mundo le tiene porqué gustar Santiago Segura. No a todas las marcas les gusta asociar su nombre con él. Consideran que les puede quitar credibilidad o es por distintas cuestiones de marketing. Es un elemento más, como otras productoras tienen a Almodovar. Es un handicap.
¿Cuál es la línea sobre la que trabajan?
Generalmente hacemos comedias porque, evidentemente, el nombre de Santiago, para bien o para mal, marca una tendencia y es esa. Hemos hecho otras películas con Bowfinger International Pictures SL desvinculándonos un poco del nombre de Santiago y saliendo de la comedia. 
Ahora está en taquilla Ocho Apellidos Catalanes y vuelve a explotar las ventas en su primera semana. ¿Es la comedia un símbolo de éxito en España?
Ojalá lo fuera. Yo estoy encantadisima de que exista el éxito de Ocho Apellidos Catalanes este fin de semana. Me encantaría que todos los fines de semana hubiera una película así, que hiciese muchísima taquilla. Desgraciadamente, no podemos decir que los datos son mejores. Para que el sector esté sano tiene que haber más películas que triunfen. Esto no puede ser una excepción como hace unos años nos pasaba con los Torrentes. Lo suyo es que existan muchas películas que funcionen.
¿Quieren los directores de éxito, como Amenabar, quedarse en España para trabajar?
Es muy importante cuidar el talento que se produce en España y apoyarlo para que no se nos vaya, Amenabar o Bayona son un ejemplo de directores que no debemos perder. Uno trabaja más a gusto en su país y, si puede hacerlo aquí, lo hará.
Hablar de cine es hablar de promociones. ¿Cree que la ‘promo’ asegura el éxito de una película? ¿Hasta que punto está  dentro de la labor del productor?
Yo soy defensora de que un presupuesto siempre debe de tener incluida una partida para la promoción de la película. Hacerla y que se quede metida en una lata no vale de nada. Para eso es mejor que no lo hagas y que no se invierta el dinero público en ello. Lo normal es que, en el presupuesto de las películas, esté esa partida y sea tan imprescindible como tener un guionista o un director. Pero no todos los compañeros lo hacen y, también es verdad, no todos tienen la suerte de poder hacerlo. Por ejemplo, las productoras asociadas a canales de televisión. Cuando tienes una cadena asociada tienes asegurada la promo y eso, está claro, te hace mucho más fácil sacar adelante el largo.