La leucemia se llevó a Pedrito

J. Monroy | TOLEDO
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>El gato adoptado en la facultad de San Pedro Mártir murió el pasado jueves, después de superar dos perdigonazos y que lo envenenaran este verano, y tras despertar la solidaridad de miles de personas.

La leucemia se llevó a Pedrito - Foto: Yolanda Lancha

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El pasado verano sobrevivió a dos perdigonazos y un envenenamiento. Sin embargo, la leucemia venció a la postre el pasado jueves a Pedrito, el gato de San Pedro Mártir.

Durante los últimos años, era habitual encontrarse a este felino por la facultad; encima de los radiadores en invierno, dejándose acariciar por algún estudiante, o perseguido por los responsables de la biblioteca, que no le querían en la sala. Se había convertido en uno de los símbolos de San Pedro Mártir y uno de los mejores recuerdos que algunos universitarios se llevaban de allí. De ahí que cuando durante el mes de agosto lo dispararon y envenenaron, se multiplicaron las muestras de malestar y enfado, pero también de solidaridad.

Fue María, la persona que lo rescató de cachorro, la que por segunda vez le salvó la vida, y lo llevó al veterinario. Junto a Carmen, han compartido noches de desvelo y preocupación por el animal. La solidaridad ciudadana pagó el tratamiento que recuperó a Pedrito. Sin embargo, el gato sufría inmunodeficiencia y leucemia, por lo que no podía mezclar con otros de su especie. De ahí la dificultad de encontrarle una casa de adopción definitiva.

Finalmente, explica Carmen, hace una semana empezó a notar que comía muy poco. La analítica de 4 de noviembre indicaba ya un nivel alto de anemia. Por todo ello, sábado 15 le llevaron a una clínica veterinaria en Madrid especializada en leucemia felina. A pesar de la transfusión de sangre de otro gato y de la alimentación por sonda la leucemia atacó muy fuerte al animal, que falleció por fallo hepático.

Palabras de despedida. Tras cuatro meses de lucha por la vida de Pedrito, María y Carmen se confiesan «rotas». Ambas desean que el ejemplo de Pedrito sirva para concienciar a muchas personas, de que «los animales sufren, son vidas, y merecen ante todo respeto». También agradecen su ayuda a todas las personas que han estado en los buenos y malos momentos, y que han colaborado económicamente.

«Desde aquel día que te recogí en la Universidad porque alguien te había disparado y envenenado no he dejado de pensar en que te recuperaras del todo con Carmen para que una vez recuperado pudieras venir a mi casa, pero tu leucemia acabó contigo antes. Preparamos un cuarto exclusivamente para ti, preparamos un silloncito, una camita, mantitas, todo para ti, y esas ilusiones se anularon con tu ida», afirma María en una carta abierta al animal. Su hermana Soledad agradece por su parte a Carmen todo el esfuerzo realizado, que permitió a Pedrito vivir cuatro meses más.

Por su parte, la propia Carmen quiere recordar a un gato cariñoso y alegre que la llenó de dicha. «Sentí que llenarías mi vida, mi corazón, mi alegría. ¡Lo que disfrutaste en el patio de mi casa, el cariño que me aportaste, tus caricias, tus ronroneos! ¡Lo que luchamos juntos, las noches que he dormido contigo; cuando entraba a la habitación y me recibías restregando tu cabecita en mis pies!». En cambio, «hoy dejas un vacío muy grande, para mi y para todas aquellas personas que te hemos querido. Hoy ya no estas aquí. No soy capaz de imaginarme cuando entre a tu habitación y no te vea más».