Federico Martín Bahamontes recibirá uno de los Premios Nacionales del Deporte 2013. El jurado, reunido ayer en el Consejo Superior de Deportes (CSD), concedió las distinciones que entregará la Familia Real y que valoran, además, las medallas logradas por Mireia Belmonte en el Mundial de natación de Barcelona o el título conseguido por Javier Gómez Noya en el último Campeonato del Mundo. Las selecciones femeninas de baloncesto, el técnico del Atlético de Madrid, Diego Pablo Simeone, el atleta paralímpico David Casinos y la capitana del equipo de natación sincronizada, Ona Carbonell, figuran también entre los condecorados.
Concretamente, el Águila de Toledo recibirá el Premio Nacional Francisco Fernández Ochoa que premia la trayectoria de una vida entregada, de manera notoria, a la práctica, organización, dirección, promoción y desarrollo del deporte. Para él, es uno más, pero lo recibe con alegría porque «ya son muchos años en esto». Es verdad que tratándose del capitalino, no puede faltar un tirón de orejas a la clase política: «Está muy bien que me den premios, pero que cuiden el ciclismo porque se han perdido las escuelas y nadie hace nada; tenemos que apostar por la promoción». Asimismo, ya de paso, valora mucho el nivel actual del ciclismo profesional, pero le pide a las máximas figuras que «no se carguen la gallina de los huevos de oro porque la gente quiere espectáculo y ahora van a lo fácil, a que no haya batalla».
Al margen de su triunfo en el Tour de Francia de 1959, primer español en ganar la ronda gala, también se enfudó en seis ocasiones el maillot de la montaña y acabó segundo en 1963 y tercero en 1964. Tras su retirada, se dedicó siempre a la promoción del ciclismo con la organización de varios equipos y, sobre todo, la creación de la Vuelta a Toledo, una carrera que el próximo año cumple 50 ediciones y que se ha disputado de forma ininterrumpida. Por ella han pasado muchos corredores que luego han dado el salto al mundo profesional.
Por lo demás, el Premio Reina Sofía recae en la deportista española que más se haya distinguido durante el año, que en este caso es la nadadora Mireia Belmonte. Asimismo, el Premio Felipe de Borbón va a parar al deportista español más distinguido, concretamente el triatleta Javier Gómez Noya. El Premio Princesa de Asturias irá para Ángela Salvadores (baloncesto), la menor de 18 años que más se haya destacado por su progresión.
Seguidamente, el Premio Infanta Elena va para un gesto especialmente relevante de nobleza o juego limpio y el jurado ha creído que lo merecía Alejandro Rodríguez Macías, un niño canario de ocho años que separó a un árbitro y su monitor en un partido de prebenjamines mientras discutían. Asimismo, Ona Carbonell recibirá el Premio Infanta Cristina por la revelación más significativa del año.
El resto son los siguientes: Diego Pablo Simeone (Trofeo Comunidad Iberoamericana), selecciones femeninas de baloncesto (Copa Barón de Güell), David Casinos (Premio Olimpia), Fundación Trinidad Alfonso y Grupo Covadonga (Copa Stadium), Ayuntamiento de Guadalajara (Premio Consejo Superior de Deportes), Coelgio Gredos (Trofeo Joaquín blume) y Víctor Santamaría (Premio Nacional a las Artes y las Ciencias aplicadas).