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Las redes sociales se han convertido en clave para la movilización ciudadana y la protesta. Y el contrato municipal para instalar una tirolina en el entorno del Puente de San Martín en una de las polémicas de los últimos años en la ciudad de Toledo. Ha conseguido poner de acuerdo a políticos de diferente signo político, a vecinos, a instituciones en defensa del patrimonio y a diversas entidades. A tenor de lo ocurrido desde el mes pasado, con la retirada de la caseta de venta de tiquets instalada junto a la muralla, hay un clima más contrario que favorable a la iniciativa, algo que también se percibe en las redes sociales.

Unas 800 han reclamado con su firma el cambio de emplazamiento de la tirolina, cuya instalación está ahora mismo paralizada. Un total de 400 ciudadanos se han sumado a la petición ‘#NoALaTirolinaEnSanMartin’ y más de 350 a ‘Otra ubicación para la tirolina es posible y necesaria’ en la plataforma change.org.  En la primera de ellas se puede comprobar la identidad de los firmantes mientras que en la segunda es imposible, por lo que resulta difícil determinar si son las mismas personas quienes muestran su apoyo a ambas peticiones y su rechazo, por tanto, a la propuesta en el entorno donde estaba prevista.

a favor y en contra. Lo cierto es que también se ha iniciado una recogida de firmas a favor de la iniciativa turística aunque con menos respaldo, dado que solo 13 personas han firmado en la petición denominada ‘Si a la tirolina’ para respaldar esta «nueva actividad de ocio en Toledo».

Más extensos son los argumentos expuestos en contra dirigidos al Ayuntamiento de Toledo, a la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Junta y a la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT).

Recuerdan que desde 1921 el puente de San Martín, el torreón de la Cava y las murallas de Toledo tienen la consideración de monumentos nacionales y Bienes de interés Cultural (BIC), en virtud de la cual  gozan «de un entorno de protección delimitado para su conservación y para su  preservación de contaminación urbanística y visual».

Denuncian que estos entornos «corren peligro actualmente» tras la concesión municipal, por un periodo de nueve años, para la instalación de la mencionada tirolina como «actividad recreativa».

Sostienen que los dos postes de acero son el punto de anclaje de un cable que «atravesaría a pocos metros del puente» junto a la caseta en las murallas «supondrían la contaminación visual de una de las imágenes más fotografiadas de Toledo» y acotaría la zona para «uso privado» ya que el tramo de senda ecológica afectados, «muy estrecho en esa zona y sin posibilidad de ampliación», quedaría «cortado por motivos de seguridad».

Añaden que el proyecto de ubicación junto a la muralla de una caseta, «actualmente retirada de manera temporal por el Ayuntamiento»,  y destinada a la venta de entradas junto a la  muralla, resulta «de total improcedencia» debido a la existencia de locales comerciales vacíos en dicho entorno que podrían realizar esa función, sostienen. «Dicho proyecto hace sospechar», continúan, «de la intención de ubicar otro negocio hostelero encubierto con sillas incluidas».

La petición enumera varios artículos de la Ley de Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha y del Real Decreto de la Ley de Aguas para justificar la «inconveniencia de ubicar la tirolina en el citado paraje».

Además, advierte que «la insignificante oferta de aparcamiento en la zona, ocupada en su mayor parte por residentes y trabajadores del entorno (empleados públicos y comercios), la existencia de dos ejes peatonales (Santo Tomé-Calle del Ángel; Matías Moreno-Padilla), y  la falta de comunicación mediante autobús urbano con el resto de los barrios,  salvo con Buenavista, «cuestionan aún más la idoneidad de esta zona para la ubicación de la tirolina».  

Lugares alternativos. Pero la petición no se queda en la exigencia y la crítica sino que plantea también un listado de lugares alternativos calificados como «más idóneos y  sin perjuicio del patrimonio monumental de la ciudad», concretamente el entorno de Safont, el Puente de Polvorines y la zona del Cerro del Bu-Diamantista.

El escrito de la petición también exige «la retirada del plan para adecuación de usos hosteleros de la Cava y su sustitución  por un plan de mantenimiento y conservación de la senda en dicho tramo».