La licencia de obras del hospital promete una serie de capítulos. Así lo dejó caer ayer el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Toledo, Javier Nicolás, que ofreció «el segundo capítulo» de una entrega que promete «ser interesante» porque la concesionaria de la infraestructura hospitalaria acaba de solicitar a la administración municipal una licencia para llevar a cabo su ‘proyecto de actuación previa al Hospital Universitario de Toledo’, pero advirtió y aseguró que bajo este título se esconde «una licencia de demolición y no de construcción» del hospital.

Nicolás mostró el grueso documento, presentado este martes, que resulta llamativo, en su opinión, «porque tiene importantes contradicciones». En este caso, la primera es el nombre del proyecto, puesto que la mayor parte del mismo estará destinado a derribar parte de los edificios que se levantaron en su momento.

El concejal de Urbanismo también aseguró que las cifras tampoco concuerdan porque el presupuesto de ejecución material que obra en el documento es de 1.601.092 euros, mientras que en la solicitud de la licencia figura 1.989.156 euros. El descuadre obedece, según Nicolás, a que la concesionaria ‘Nuevo Hospital de Toledo S.A.’ no ha incluido 204.000 euros procedentes del estudio de seguridad y salud. Ahí considera que ha podido tratarse de un error o que «no se habrán dado cuenta y pensaban que el estudio no tenía que pagar tasa».

el derribo. Al margen de las contradicciones de un documento que ya están estudiando los técnicos municipales a fin de conceder la licencia, Nicolás fue más allá con el tema y señaló que en el documento resalta un coste en demoliciones de 1.086.019 euros, que, a su juicio, evidencia «que la licencia es de demolición y no de construcción».

El Ayuntamiento cuenta con un plazo de dos meses para otorgar la licencia, pero Nicolás confía en no agotarlo. Esta nueva solicitud se suma a la licencia menor presentada el 13 de marzo para iniciar la instalación de unas casetas.

Al concejal le llama la atención «que la Consejería de Sanidad haya tenido cerrado el hospital durante cuatro años y durante los cuatro meses que quedan de legislatura presenta documentos corriendo para decirle a los ciudadanos que la culpa es de Page».

La misma postura comparte el portavoz del Ayuntamiento, Rafael Perezagua, que fue más duro en su intervención. «Gastarse un millón de euros  en demoler parte de lo construido habiéndolo tenido paralizadas las obras durante cuatro años es un escándalo para los toledanos». Y recordó las deficiencias del Hospital Virgen de la Salud, el reciente desprendimiento del techo falso de la unidad de prealta y las quejas de los padres sobre la atención sanitaria.

Además, el portavoz municipal subrayó que la documentación entregada al Ayuntamiento de Toledo demuestra «un nuevo hecho de la simulación del Gobierno regional en la construcción del hospital». En este caso, también apuntó hacia el Gobierno regional, al que acusó de cometer «una grave irresponsabilidad» por el hecho de no haber dado difusión mediática  ni información a los ciudadanos sobre los planes de demolición previstos para el hospital.