«El Greco aprendió a ser un pintor a lo occidental con libros italianos»

J. Guayerbas
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Javier Docampo, responsable de Archivo y Documentación del Prado, aborda en la Biblioteca regional las claves de la exposición de libros en los que el Greco dejó casi 18.000 palabras

El responsable de Documentación y Archivo del Museo del Prado, Javier Docampo, ayer en la Biblioteca regional. - Foto: Kike Baraza

Javier Docampo Capilla, jefe del Área de Biblioteca, Documentación y Archivo del Museo Nacional del Prado, abordó ayer en la Biblioteca de Castilla-La Mancha las claves de la exposición que el propio museo, la Fundación Greco 2014 y la Biblioteca Nacional han ideado a partir de los inventarios que el hijo del pintor griego, Jorge Manuel, realizó en 1614 y 1621 para detallar los bienes de su padre, ya fallecido, entre los que se encontraban 130 libros.

‘La Biblioteca del Greco’ podrá visitarse hasta el 29 de junio en las salas temporales del Museo Nacional del Prado. «Los libros nos ayudan a entender perfectamente cuál era su mapa mental, qué era lo que el Greco tenía en la cabeza, cuáles eran sus lecturas», comentaba Docampo para puntualizar que en los márgenes de dos de los libros de la exposición el Greco dejó casi 18.000 palabras con pensamientos sobre cultura, arte, arquitectura, en definitiva, temas básicos para entender qué tenía en su cabeza, dijo.

En este sentido, el responsable del Archivo y Biblioteca del museo del Paseo del Prado, reflexionaba sobre el interés de las bibliotecas personales de los personajes de la historia y la lectura que se puede hacer de las mismas. «Esto nos obliga a plantearnos hasta qué punto uno puede conocer a una figura histórica a través de sus libros», apuntaba.

Entre esos libros, Docampo destacaba que en la biblioteca del cretense existían ejemplares en griego, su lengua materna, pues «siempre se sintió muy orgulloso de su origen», también existen libros en italianos, la lengua de la cultura en la que aprendió los principios del Renacimiento y a ser un pintor «a lo occidental».

Docampo incidió en la vertiente arquitectónica del Greco, para subrayar las obras y principios que el pintor de Creta guardaba en sus estanterías sobre esta materia. «Esta disciplina le interesó muchísimo, intentó ser arquitecto y lo fue de retablos, tenía varias ediciones del tratado de Vitruvio y todos los tratados italianos del Renacimiento en ediciones italianas y españolas».

Los volúmenes que se exponen en El Prado se conservan en la Biblioteca Nacional y en Museo del Greco de Toledo. La exposición es una reconstrucción teórica de lo que pudo ser la biblioteca del griego a partir de los dos inventarios  conocidos. Los volúmenes propiedad del candiota y otros títulos de la época forman la muestra.