Una apuesta por los jóvenes

Agencias
-

El FMI aboga por reducir el salario mínimo interprofesional o las cotizaciones sociales que pagan las empresas para incentivar la contratación de trabajadores menores de 25 años

 
Mientras el colectivo integrado por los menores de 25 años, el más castigado por la crisis, continúa sin ver un horizonte laboral, el Fondo Monetario Internacional (FMI) apuesta por reducir el salario mínimo interprofesional (SMI) en el país, el único de la eurozona donde menos ha subido desde 2008, o las cotizaciones sociales que pagan las empresas para incentivar la contratación de los trabajadores más jóvenes, que soportan actualmente en España una tasa de paro de alrededor del 50%. 
 Así se indica en el informe Desempleo juvenil en las economías avanzadas de Europa, presentado hace unos días por la economista del FMI, Angana Banerji, y el director de Fedea, Ángel de la Fuente. 
 El texto plantea, en primer lugar, que el empleo juvenil está relacionado especialmente con el crecimiento económico, hasta comprobar que por cada punto porcentual de crecimiento del PIB español se traduce en do de caída del paro juvenil. 
 Según explica, ello se debe a que estos asalariados nacionales son contratados, sobre todo, en ocupaciones temporales, que son los primeros en destruirse durante las crisis, en su mayor parte, en pymes (75%), que presentan una mayor vulnerabilidad, ya que suelen trabajar en sectores muy sensibles a los ciclos económicos, como el de la construcción. 
 
CRÉDITOS.  En este sentido, el organismo que preside Christine Lagarde considera necesario estimular la demanda para generar crecimiento, y especifica que la ocupación juvenil es aún más sensible a la demanda interna que al impulso de las exportaciones porque se encuentra concentrado en sectores con vocación más doméstica. Finalmente, el ente internacional apuesta por un sistema bancario sano, para que fluya el crédito a todo tipo de iniciativas empresariales. 
 Ahora bien, el informe señala que «el crecimiento por sí solo no puede solucionar el problema del desempleo juvenil», por lo que plantea reformas en el mercado laboral que pueden contribuir a ello. 
 Éstas podrían incluir, según el organismo, una rebaja de los costes laborales unitarios, mediante una reducción las cotizaciones sociales, una «reconsideración» del salario mínimo, la reforma de las prestaciones por desempleo para incentivar la vuelta de los parados al mundo laboral o la disminución de la dualidad entre trabajadores indefinidos y temporales. 
 Más en detalle, Banerji, que insistió en que todas estas consideraciones no se pueden tomar como recomendaciones del FMI, señaló que se trataría de «ajustar» el SMI de acuerdo con el bienestar que quiera preservarse para los trabajadores, y prefirió no opinar sobre si también podrían subirse los jornales, en línea con las propuestas de los líderes sindicales en el marco de la negociación colectiva. 
 Sin embargo, el informe en cuestión explica que «si los costes laborales se ajustan significativamente a la baja -así ha ocurrido en España- y se mantiene sin cambios el SMI -como también ha sucedido- esto puede hacer relativamente caro contratar a trabajadores jóvenes que son pagados con estos sueldos». La carga del ajuste entonces «recae de forma desproporcionada en la juventud», remarcó. 
 Como alternativa, el FMI expone que «en los países donde las políticas sobre el SMI reflejan un fuerte consenso entre los actores sociales, podría haber otras vías de reforma, como la reducción de las cuotas sociales o la mejora de la formación». 
 Sobre la reducción de la dualidad, el organismo recomienda «reducir la protección en los contratos indefinidos existentes y en los nuevos». Por último, el FMI también considera que reducir el paro juvenil pasa por incrementar el gasto en políticas activas de empleo y por poner más énfasis en la formación vocacional.