Nadie sale herido

Sergio Miguel
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El CD Toledo, a pesar de las bajas, mantiene a raya a un Guadalajara que sólo pudo igualar gracias a un penalti

El CD Toledo está vivo y tiene el cuchillo entre los dientes. Los verdes siguen en la pelea por los puestos de ‘play off’ tras plantar cara y competir ante un Guadalajara que tiene plantilla para aspirar a todo. Ni las bajas locales en defensa ni el potencial ofensivo de los morados fueron los que evitaron el triunfo de los capitalinos, a los que sólo pudieron empatarles desde el punto de penalti, tras una mano de Mikel que ofreció dudas.

Más allá de las decisiones arbitrales, que las hubo a favor y en contra, toca quedarse con el buen tono de los verdes desde el principio. Y, sobre todo, con su planteamiento inicial. Los locales volvieron a apostar por dos centrocampistas de calidad para tener la pelota y, a partir de ahí, desconectar a los visitantes.

No fue mal plan, sobre todo cuando se demostró que, además de calidad, De Lerma y Barranco también tienen robo. Así, igualando desde el comienzo la intensidad del rival, los minutos de apertura correspondieron al CD Toledo. Los de Visnjic iniciaron el choque sin miedo y generando peligro sobre la meta de un Toni Lechuga que pronto hizo su primera visita a las mallas para recoger la pelota.

En una buena combinación de los locales, la pelota le llegó a Colinas en la izquierda, desde donde pudo enviar un buen balón al corazón del área morada. Allí, Megías controló y se abrió hueco para un tiro cruzado que un defensa tocó. Al rechazo, como de costumbre, apareció Eneko en el segundo palo para abrir la cuenta de los toledanos.

Con el 1-0, lejos de dar un paso atrás, el cuadro capitalino lo dio al frente. Una nueva aproximación de los toledanos por la izquierda acabó con un centro pasado que Colinas remachó a puerta. Lechuga reaccionó para sacar la pelota, pero ésta traspasó la línea de gol. Sólo el colegiado y su asistente, que decidieron anular el tanto por un fuera de juego inexistente del extremo vasco, evitaron que los locales pusieran el partido boca abajo.

Aún se prolongó más la fase de dominio de un CD Toledo que, en una falta que salió rechazada, tuvo otra ocasión. Sin embargo, el tiro de Colinas desde la frontal se perdió sin consecuencias. Eso sí, el Guadalajara también estaba en un Salto del Caballo más frecuentado que de costumbre, gracias a en parte a la promoción de la semana, la presencia de aficionados visitantes y la superpoblación de políticos en el palco, a los que les empieza a gustar el fútbol ahora que se acercan las elecciones.

Tardó en aparecer el cuadro de Salvachúa, sí. Pero cuando lo hizo, pudo ser mortal. Es un equipo hecho para jugar la fase de ascenso, pero un cuadro al que se le coloca ese cartel no puede perdonar ocasiones como el mano a mano de Philippe Toledo ante Manolo.

Tampoco la que tuvo en su cabeza Javi López, tras un centro pasado desde la izquierda en el que remató cruzando en exceso la pelota. Incluso, con una ‘asistencia’ de un jugador verde, el extremo morado se encontró con un balón franco que envió fuera sin oposición. El CD Toledo sufría, pero llegaba el descanso y la ventaja se conservaba. La mitad del trabajo se había hecho bien.

Un penalti decisivo. Tras el paso por los vestuarios, el CD Toledo recuperó el mando. Con presencia sobre la meta del Guadalajara, los verdes tenían de nuevo el encuentro donde lo querían, lejos de su portería y con los visitantes desconectados. Hasta el punto de que Salvachúa prescindió de uno de sus mejores hombres, un Chema Mato al que Barranco dejó inadvertido.

Pero cuando más cómodos parecían los de Visnjic, paradójicamente, llegó la igualada. En un balón al área, Mikel encimó a un delantero del Guadalajara y el balón le pegó en el brazo. Voluntaria o no la mano poco importa ya, porque el colegiado pitó penalti y Arroyo lo transformó a pesar de la interminable estirada de Manolo. Tocaba volver a morder y buscar el triunfo sabiendo que un error podía suponer la tumba.

Lo cierto es que el 1-1 aturdió a los capitalinos, que se vieron sobrepasados por el oleaje levantado por Manzano. Para empezar a sufrir, un contragolpe manejado por Arroyo acabó con un centro de Manzano que Molinero definió arriba con todo a favor. Poco después, Toledo ganó la banda derecha y cedió sobre la incorporación de Molinero, que intentó aprovechar sin suerte el exceso de confianza de Tete.

Era el turno de Aicart para equilibrar la partida y Visnjic no lo dudó. Con el ‘barbudo’ en el terreno de juego, el CD Toledo igualó de nuevo en intensidad a los guadalajareños y recuperaron el timón. La primera muestra de ello fue una buena acción de Eneko por la izquierda que acabó en los pies de Megías. El delantero, de espaldas a la portería, pudo cederle la pelota a Barranco en posición ventajosa, pero decidió jugársela y su disparo lo taponó un zaguero.

Poco después, llegó la opción más clara para deshacer la igualada, con un centro de Carlos de Lerma en una jugada de estrategia que Aicart cabeceó al larguero. Pero el partido era una ruleta rusa que podía acabar con la bala en el cráneo de cualquiera. Por suerte para el CD Toledo, la testa que apareció fue la de Tomás Girón para sacar bajo palos un disparo de Manzano desde dentro del área.

Sin Tete, expulsado por una falta tan inocente como innecesaria, los verdes encararon los últimos minutos con uno menos. Una situación que ya no le resulta extraña a un cuadro capitalino que tuvo la última en las botas de Megías. La bala, al final, se quedó en el tambor y el CDToledo sigue más que vivo en su batalla.