Una nueva oportunidad tras un mal momento

Leticia G. Colao
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Los ceramistas apoyan esta iniciativa ciudadana que supondría un «revulsivo» para el sector artístico más importante de Talavera y Puente del Arzobispo

José Antonio Fernández, de Cerámica San Agustín, pintando cerámica. - Foto: Manu reino

La cerámica no vive sus mejores momentos. Desde hace años, los profesionales del sector se encuentran inmersos en una mala época a la que intentan sobrevivir con nuevos proyectos, innovación e internacionalización, y todo ello, además, con la mejor calidad de la que haya disfrutado nunca la cerámica durante sus siglos de historia.

La declaración de la cerámica como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO vendría a reforzar una situación complicada pero de la que se puede salir. El reconocimiento mundial al arte más reconocido de Talavera y del vecino Puente del Arzobispo supondría «un espaldarazo» a un sector que ya ha demostrado lo que vale, que forma parte de su vida cotidiana y que es «inherentes a nuestra personalidad». No obstante, en el caso de Talavera, lleva con honor el sobrenombre ‘Ciudad de la Cerámica’.

«Para el sector es un nuevo impulso que dará lugar a otras sinergias que generará nuevos y positivos proyectos para la zona», explica Pedro Bastidas, uno de los promotores y colaborador de Cerámica Artística San Ginés. También piensa así José Antonio Fernández, de Cerámica San Agustín, quien considera que aunque ya está muy reconocida, esto pondría a la cerámica «en otro nivel».

Mantener el legado. Los talleres cerámicos apoyan la iniciativa liderada por un grupo de ciudadanos. No podía ser de otra manera cuando ellos son «los mantenedores del legado, depositarios de un legado de siglos obligados a conservar para el futuro», explica Bastidas. Además, el proyecto volverá a unir al colectivo de ceramistas por un fin común, asegura Fernández.

Aunque aún se están dando los primeros pasos, Talavera y Puente confían en que el personal arte cerámico de esta tierra pueda pertenecer a la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. En ella, ya figuran algunas representaciones españolas como el flamenco, el canto de la Sibila de Mallorca, la fiesta de los patios de Córdoba, el Misterio de Elche o la dieta mediterránea. Una lista que sin la cerámica, está aún incompleta.