La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, comunicó ayer por la tarde al coordinador de IU en la comunidad, Antonio Maíllo, que va a romper el pacto de Gobierno que el PSOE mantiene con su formación y que adelantará las elecciones al 22 de marzo. El Ejecutivo sureño lo confirmó posteriormente.
De esta forma, la sevillana firmará hoy mismo el decreto de disolución del Parlamento y de convocatoria de comicios, previa deliberación del Consejo de Gobierno, tal y como establece el artículo 127.1 de la Ley orgánica de reforma del Estatuto de Autonomía. La reunión extraordinaria se produciría al término del Pleno extraordinario convocado de urgencia.
Lo que aún no se ha decidido es si los tres consejeros de IU serán destituidos o seguirán en funciones como el resto de los miembros del Gabinete.
El pasado viernes, la líder socialista se reunió con el coordinador regional de la formación, Antonio Maíllo, para explicarle los motivos de la «desconfianza» hacia los socios y la situación de inestabilidad que, a su juicio, atraviesa el Ejecutivo de coalición.Durante este encuentro, Díaz se comprometió a comunicarle su decisión definitiva, una llamada de «cortesía» que se esperaba cuanto antes, como así ha sido.
Estabilidad. Horas antes de conocer la noticia, el presidente del Partido Popular andaluz, Juan Manuel Moreno, ofreció a la dirigente «estabilidad política» hasta el próximo mes de abril para que no disolviera el Parlamento, de forma que hiciera coincidir las elecciones con las municipales del 24 de mayo, algo que no será así.
Además, señaló que las legislaturas «tienen que durar cuatro años», para luego agregar que tiene «poco sentido» adelantar los comicios cuando se han aprobado los Presupuestos «hace dos meses». «Nos vamos a gastar el conjunto de los contribuyentes, los andaluces y españoles, 12 millones de euros en la frivolidad y el capricho de la señora Díez de adelantar dos meses las elecciones respecto a las municipales», enfatizó el malagueño, para luego remarcar que las encuestas les dicen que tienen la «posibilidad» de ganar.
Por desgracia para él, esa apreciación no es del todo exacta pues al lógico desgaste que sufren los populares en toda España por las políticas de austeridad, se suma que es poco conocido. Algo parecido le sucede a Podemos, cuya candidata oficial, la roteña Teresa Rodríguez, se enfrenta a un sector crítico que aspira a desbancarla. La jugada de Díaz es redonda.