El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil investiga un nuevo hallazgo de animales muertos, aparentemente perros, en una escombrera situada en las afueras de Lominchar. Uno de los cadáveres corresponde a un galgo, por lo que colectivos de defensa de los animales han situado este suceso en el contexto de los maltratos a este tipo de canes detectados en varios municipios de la provincia. El Ayuntamiento de la villa sagreña ha condenado el maltrato que ha podido llevar a la muerte a los animales hallados, pero se pide que no se estigmatice a Lominchar con un hecho aislado que «no califica a todo un pueblo», según se recoge en una nota.
Según informan voluntarios vinculados a la asociación Baas Galgo, el galgo muerto fue hallado el pasado 31 de marzo con algo similar a un disparo y semienterrado entre desechos de la escombrera. Pero estos voluntarios aseguran que, dos días después, en el mismo lugar, aparecían otros seis cadáveres de animales, en sacos o semienterrados, con señales de haber sido sacrificados por ahorcamiento o quemados. Acompañan esta denuncia con fotos de estos cadáveres, que se corresponderían con canes aunque no se puede determinar su raza debido al mal estado de los restos.
Por su parte, el Ayuntamiento de Lominchar ha salido al paso de lo sucedido con un comunicado en el que expresa la condena por «el hecho de la muerte de los animales encontrados en el Municipio, así como cualquier maltrato que se ocasione a cualquier animal».
El Consistorio matiza que «es un hecho aislado y deplorable, que no toleraremos que se vuelva a repetir», aunque señalan la posibilidad de que los animales hallados puedan haber sido traídos desde otra población.
El Ayuntamiento destaca que «se han abierto las diligencias oportunas para esclarecer los hechos, por lo que se ha cursado denuncia de los mismos ante la Guardia Civil para su tramitación ante el Juzgado de Illescas». Y se insiste en que «un hecho aislado no califica a todo un pueblo».
El alcalde de Lominchar, Pablo Fontelos, se remite a lo que conoce de la investigación abierta por la Guardia Civil para insistir en que «no se sabe exactamente el número de animales que había» en la excombrera, estando confirmada sólo la presencia de un cadáver de galgo. Fontelos pedía prudencia hasta que se concluya la investigación, e insistía en la posibilidad de que los animales encontrados procedieran de otros pueblos. El regidor insistía en que en su pueblo no se han registrado casos de maltratos a mascotas, existiendo un respeto generalizado de sus vecinos a las normas de cuidado animal.