El puente del Príncipe acumula ya doce meses sin iluminación artificial debido a que el mal estado de las farolas que daban luz al trazado obligó a su retirada a principios de abril del año pasado y, desde entonces, no se han instalado nuevos fanales.

El Ayuntamiento talaverano, a instancias de la Dirección General de Carreteras del Gobierno central, se hizo cargo de este trabajo, de tal forma que la sustitución de los faroles quedó en manos del Ministerio de Fomento, debido a que el pontón es parte de la carretera de titularidad nacional N-502.

Desde la Asociación de Vecinos del barrio de Santa María llevan, por tanto, más de un año reclamando tanto al Consistorio de la ciudad como al Gobierno central que hagan algo para que la principal vía que conecta el núcleo urbano de Talavera con la barriada disponga de luz por la noche, una circunstancia esta que, según explicó a este periódico el presidente de la citada agrupación vecinal, Julián Gómez, es vital para la seguridad de los conductores y de aquellas personas que crucen a pie el puente.

En este sentido, Gómez recordó que el segundo teniente de alcalde, Jaime Ramos, les prometió que el problema estaría solventado para las Ferias y Fiestas de San Isidro de 2013, «pero hasta el momento no han hecho nada y todo sigue igual», subrayó. Sobre este punto, también hay que resaltar que a mediados de octubre del año pasado la portavoz del Gobierno municipal, María Rodríguez, aseveró en rueda de prensa que el asunto estaba «prácticamente resuelto».

Barandillas oxidadas. Pero, lejos de resolverse, el representante de los vecinos del barrio de Santa María resaltó que la cuestión ha empeorado notablemente, debido a que a la falta de farolas se ha unido el deterioro del asfalto, la oxidación de las barandillas colocadas en la zona de paso para peatones y la acumulación de suciedad en los guardarraíles.

«El estado es lamentable y muestra un abandono total y absoluto», manifestó Julián Gómez, quien, tirando de ironía, indicó que «quizá quieran empezar la prueba del Mundial de Motocross desde el puente del Príncipe».

Chistes a parte, comentó que ya no saben qué hacer ni qué decir para que sus reivindicaciones sean escuchadas y, sobre todo, tenidas en cuenta.