Uno de cada cuatro castellano-manchegos menores de 30 años ni estudia ni trabaja. Un porcentaje que ha crecido con la crisis económica y que ataca sobre todo a los jóvenes con menor nivel de estudios.

Según los datos aportados por el Ministerio de Cultura, el 25,2% de los jóvenes de Castilla-La Mancha están de brazos cruzados en sus casas. Una cifra que se eleva hasta el 30% entre aquellos que solo cuentan en su haber con la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) o ni siquiera han titulado. La media nacional se sitúa en el 22,8% y el 28,5%, respectivamente.

Esta situación que no distingue entre sexos, si bien es ligeramente superior entre las mujeres, cebándose especialmente entre aquellas con menor nivel formativo (32,8%).

Aunque el porcentaje de jóvenes que ni estudian ni trabajan no se ha reducido con la crisis (al contrario, ha crecido una media de un punto porcentual por año), cabe destacar que cada vez son más los que optan por continuar con sus estudios viendo la situación económica actual, con el fin de mejorar su empleabilidad.

Según confirma el Ministerio de Educación, el número de castellano-manchegos que abandonan antes de tiempo sus estudios ha bajado más de diez puntos desde que se inició la actual crisis económica. En 2007, un 37,2% de los jóvenes de la región abandonaba el sistema educativo sin titulación; a día de hoy esta cifra se ha reducido hasta el 26,6%.

Cifras castellano-manchegas que no disienten mucho de lo que ocurre en el resto del país, donde la media de abandono temprano del sistema educativo está en el 23,5%. Ceuta y Melilla (35,3%), Baleares (29,7%),Extremadura (28,5) y Canarias (28,3) son las regiones donde existe una mayor problemática.

Una circunstancia que se refleja, aunque tímidamente, en el aumento del nivel de estudios en la comunidad. En estos momentos, casi un 55%de los castellano-manchegos de entre 18 y 24 años ha terminado la Educación Secundaria Superior (Bachillerato o FP) o tienen un título universitario, frente al 52% registrado en 2011.

Y es que los datos no dejan lugar a la duda. Del ya citado 26,6% de jóvenes castellano-manchegos que han abandonado sus estudios antes de tiempo, más del 18,3% no trabaja. O lo que es lo mismo, sólo un 8,3% de los jóvenes sin titulación mantienen su empleo en la región en estos momentos.

Datos que nada tienen que ver con la situación que se vivía antes de la crisis. En 2005, en pleno boom inmobiliario, el 36,5% de los jóvenes de la región había abandonado sus estudios antes de tiempo y casi todos ellos (el 27,4%) tenían un puesto de trabajo.

Dejando ya a los jóvenes de lado, la relación entre empleo y formación se mantiene con el paso los años. La tasa de paro más baja entre los mayores de 25 años en la comunidad se registra entre los que cuentan con titulación superior (16,1%). Del lado contrario se situán los castellano-manchegos con estudios primarios, donde el nivel de desmpleo alcanza a más del 52%.