«La peatonalización es positiva para la hostelería, pero hacen falta disuasión e infraestructuras»

Justo Monroy
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Nuevos aires en la Federación Provincial de Hostelería de Toledo, que este fin de semana acoge el XV Congreso Nacional del sector. Luis González reconoce que el Año Greco está siendo muy positivo

José Luis González, presidente de los Hosteleros toledanos. - Foto: Yolanda Lancha

jmonroy@diariolatribuna.com

¿Será beneficiosa la apertura de las escaleras mecánicas de Safont?

En la medida en la que permitan un trasiego de gente procedente de autobuses y de tráfico privado hacia arriba, van a facilitar la fluidez y la interactución entre vecinos y visitantes. Puede que, en principio, en el eje natural desde Bisagra tenga repercusión directa en algún local concreto. Pero hay que ponerse en el lugar del visitante. Y cualquier persona estaría encantada de dejar su coche en Salamanca o Ávila en la periferia y llegar enseguida a la ciudad, más allá de tener que estar aparcando un coche y darle vueltas. Y no olvidemos que Toledo tiene dentro del Casco un planteamiento centrífugo. Yo prefiero en un momento dado un aparcamiento disuasorio para que el que venga no caiga en esa trampa, entre comillas, del Casco, que es contraproducente para el visitante, y que deje con garantías su coche, con facilidad de acceder a la ciudad medieval.

 

Entonces, ¿la peatonalización favorece a la hostelería?

El balance de la peatonalización en todas las poblaciones siempre es positivo. Estamos diciendo que es positivo, en la medida en la que cuando la gente deambula y está pendiente de observar y admirar en lugar de conducir, el consumo, la predisposición y la apreciación del destino es mucho mayor. Pero para peatonalizar hace falta previamente que haya una disuasión y una infraestructura para que eso sea cómodo para el visitante. Yo entiendo que en la medida de lo posible, de facto, obviando el eje de Bisagra-Alcázar, la ciudad de Toledo es peatonal al ochenta por ciento, salvo para vecinos, y con eso estoy de acuerdo.

¿Se está notando la puesta en marcha del palacio de congresos?

El palacio de congresos ya está moviendo bastante de lo que se esperaba. Para nosotros es una novedad, con lo que no tenemos ninguna referencia. En la medida en la que la economía de conjunto no es muy boyante y las empresas farmacéuticas sobre todo están moviéndose más, sí hay algún efecto colateral beneficioso para todos. Pero de momento es una negocio muy empaquetado y muy vendido. Afecta más bien al hospedaje y con precios concertados, con lo que es un volumen de negocio apreciable, pero domesticado. Y luego hay algún efecto colateral de noche. El movimiento del palacio de congresos es importante para Toledo, pero el atractivo que tiene, a parte de su magnitud, es la ubicación que tiene y el efecto de llamada para la ciudad.

¿Es buena la llegada de Farcama al Casco?

Yo creo que sí. Farcama a todas luces es una feria que estaba entrando en la UCI y yo creo que la hemos llevado a planta al meterla en el Casco. No olvidemos que vertebra mucho la posibilidad de que el visitante continúe después de la exposición no sólo en el tema cultural, sino también en consumo, y permite crear un eje cultural importantísimo entre Farcama, El Greco Artes y Oficio y el Museo del Ejército. Obviamente, comparado con su ubicación anterior, está mucho mejor; no sólo por la posibilidad de aparcamiento, que también la tiene, sino por la rehabilitación del Casco.

¿Hay problemas en Toledo con los apartamentos turísticos?

Empieza a haberlos. Ya ha habido movimientos vecinales que están hablando de la derivada última, que también es interesante, la desafección y la población del Casco. No hay una vivencia y no revierte luego en la mejor vertebración del barrio. Eso por un lado. Pero la otra pata de la mesa es que se trata de una oferta ilegal, o alegal, porque no hay una legislación al respecto, que va en contra de la filosofía que el Ayuntamiento, como la Junta y la sociedad en su conjunto están persiguiendo, que es la calidad. Es algo que atenta también contra la seguridad de los ciudadanos. No creo que sea demagogia. Estamos con una amenaza terrorista. Mañana se hospeda una persona en un hotel reglado y tiene que dejar una documentación y una trazabilidad para el Ministerio del Interior. En estos apartamentos pueden entrar personas sin dejar rastro. Además, se puede dar un problema en un momento dado, de salud o de higiene en la seguridad, porque hay apartamentos de todo tipo y se puede meter diez o doce personas y espero que nunca pase nada, porque los seguros no se van a hacer cargo. Todo esto tiene la otra pata de la mesa en que se trata de poner puertas al campo, porque se arguye que se está coartando la libertad. Yo creo que no es eso, sino que aquí de lo que se trata es que si usted pone su piso a producir, póngase, como todos, en la línea de salida, no sea ventajista. Eso es pan para hoy y hambre para mañana. Ya estamos viendo lo que está ocurriendo en Barcelona y San Sebastián, o lo que pasó en Nueva York o Milán, con situaciones de ataque. Esa visión en corto de beneficio inmediato no revierte en la ciudad en sí. Compete al Ministerio de Industria, a la comunidad autónoma y al Ayuntamiento también. No tenemos dato específicos de Toledo, pero sí sabemos que en términos generales, mientras que la ocupación ha aumentado genéricamente un cuatro por ciento en España, la ocupación ilegal ha aumentado un trece por ciento.

¿Dónde debería instalarse el recinto ferial?

La opción del Ayuntamiento de poner el recinto ferial en la Huerta del Rey me parece una solución equidistante y equilibrada; equidistante de los intereses de todos, de los distintos puntos de la ciudad. Y equilibrada en el sentido de que tiene una vocación más allá de la feria en sí. Estamos hablando de que carecemos de una unidad polivalente que permita no sólo una feria, sino de una producción industrial, que estamos haciendo una carpa en La Peraleda. Esa dotación polivalente y con una dotación de parking importante daría permiso a la ciudad en sí. Además, evitaría una contaminación urbanística y una volumetría nada deseable que en su momento se barajó en la Huerta del Rey, con lo que preservaríamos una vista a Toledo interesantísima. Y como muchos visitantes a Toledo vienen vía coche, y ese lugar puede ser muy importante para muchos eventos, para luego volcar a la gente hacia el remonte de Safont. Está también cerca la estación de autobuses y la de ferrocarriles. Es de sentido común ponerlo allí, mucho más allá que la ubicación en la Vega, que sería mucho más castiza, pero sin mayores pretensiones. Porque no hay que olvidar que el usuario de la feria de Toledo muchas veces no es toledano, sino de la provincia en principio.

¿Se podría promocionar la presencia de los hosteleros, como ocurre en otras ciudades?

En principio sí, nosotros no tenemos problema. El problema qué es antes, si el huevo o la gallina. Hasta donde yo conozco los feriantes que vienen tienen que ser compensados por el Ayuntamiento porque no hay negocio. En consecuencia, si no hay negocio, difícilmente jugaremos para perder dinero. También es verdad que en Albacete, por ejemplo, la hostelería es muy potente, pero tiene una dotación que les permite tener ciertas alegrías y desarrollos que no tenemos aquí. Al parte, la ciudad tiene una concepción urbanística distinta.

¿Y qué pasará con las terrazas de verano de la Peraleda?

Está por ver también cuál es la acústica que tiene la orografía y la topografía de la Huerta del Rey para un posible traslado. Porque en el Hostal del Cardenal oíamos más las terrazas de Recaredo que las de Safont. La acústica por la noche es impredecible. Aunque puede ser que haya una menor incidencia vecinal en La Peraleda. Pero quizás hay que poner unas pantallas acústicas en Huerta del Rey, y enfocar el ruido hacia el noreste. Lo que no tiene sentido es ponerlo en la Vega.

¿Van a intentar que el Ayuntamiento replantee la zona de protección acústica de Santa Teresa?

La zona de protección acústica está sub iudice. Falta la decisión de la juez. Hemos mantenido, a instancias de la Policía Nacional, una reunión con los vecinos. Hemos hablado tranquilamente con ellos. Nosotros entendemos que la zona de protección acústica no tiene ningún sentido, en la medida en la que, técnicamente, los decibelios están ya dentro de un umbral aceptable. Hay otras zonas de la ciudad en las que el incumplimiento de la normativa acústica es mucho mayor, y no está ocurriendo nada. Ya no tiene sentido, aunque hay un precio político para todos los gobierno municipales, que no quieren pagar. También es verdad que, por beligerancia, hay una asociación vecinal que, aún teniendo una integridad menor, ejerce su actividad con más eco y resonancia. Tiene su razón de ser, yo entiendo que en la plaza de Cuba están realmente escaldados, hay que tener cierta comprensión. Pero hay que compaginarlo con la necesidad de mantener nuestro trabajo y una producción, sobre todo, constreñidos por la ley de tabaco, que nos obliga a que la gente fume fuera. En el momento en el que la gente ejerce su derecho a fumar en el exterior, acaba la jurisdicción de los hosteleros. Ese es el conflicto y supone la ruptura. Porque si tuviéramos más empatía, no tiraríamos el cigarro a la calle, ni gritaríamos a las tres.

 

«El Año Greco es excepcional y deja una inercia»

Una buena noticia el arranque este fin de semana del XV Congreso Nacional de Hostelería.

Es una buena noticia en la medida en que coincide con una efeméride importante en Toledo. Tenemos el listón muy alto, porque la edición anterior fue en San Sebastián. Lo interesante es que sea una reunión de asociaciones de toda España y de restaurantes. Y en ese sentido, queremos hacer algo distinto, una presentación de la ciudad, una visita cultural variada, y luego trabajar en las perspectivas del futuro inmediato del sector de la restauración.

¿Qué temas se tratarán?

En principio, los temas concretos dependen de la Asociación Nacional, no tanto de nosotros, que organizamos el programa. Se hablará de promoción y de la nueva estructura empresarial del futuro del sector de la restauración

¿Qué dejará en la ciudad?

Se barajó la idea de hacer la reunión en Toledo por la conmemoración del año Greco. En ese sentido, vuelve a aparecer en el ámbito nacional Toledo, y la convocatoria se suma a otros congresos y efemérides.

¿Cómo está influyendo este Año Greco en la hostelería de la ciudad?

La verdad es que está siendo un año extraordinario, un año muy bueno. Hacía tiempo que yo no veía que en las estadísticas de Exceltur se habla de Toledo singularmente, como separata, siendo una capital de interior, de turismo cultural, que estaba las más importantes de España, pero con menos pernoctaciones que otras, dada su proximidad con Madrid. Este año, sin embargo, y por poner un ejemplo, la diferencia de las pernoctaciones en julio respecto a 2013 ha sido de un veintidós por ciento más. Estamos hablando de un año en conjunto en el que la hostelería de Toledo está en una burbuja. El turismo nacional ha subido de enero a junio un doce por ciento. Yo agradezco el esfuerzo que la Fundación Greco y el Ayuntamiento están llevando a cabo este año.

Y el año que viene, ¿qué?

El año que viene tenemos que seguir siendo Toledo. Y me explico. El destino y la marca Toledo está aquí para quedarse. El año que viene tenemos efemérides que pueden influir en el sector turístico y la hostelería en Toledo. Comienza el Año Teresiano, aunque la capitalidad esté en Ávila. Tenemos también el año el centenario de la segunda parte del Quijote. Hay además otras actividades, como el museo del traje en el Greco programado en el Santa Cruz. En principio tenemos que tener en cuenta un botón de muestra: en julio y agosto, que no ha habido Greco en Toledo, sino en el Prado, ha habido un aumento importante de visitantes, siendo unos meses desfavorables por climatología y por calendario. En consecuencia, creo que hay una inercia creada. Obviamente no podemos morir de éxito, pero la simbiosis del Greco y Toledo ha sido importante y está aquí para quedarse.

¿Se nota la celebración de otros eventos como el reciente Voix Vives?

Sí, porque lo que hay que hacer es seguir sumando. Cualquier actividad cultural es importante para Toledo. En la medida en que el intangible que puede aportar la ciudad, todo evento cultural es bienvenido; no necesariamente se traducen en más visitantes, pero sí en un eco y resonancia de la marca Toledo.

Algunos sectores vecinales del Casco piden que los hosteleros aporten también su granito de arena en la celebración de eventos para traer más turistas.

El problema de los hosteleros en la atomización. Nosotros como Asociación estamos canalizando estas inquietudes, pero no podemos entrar en las pautas soberanas de cada negocio. Sí estamos consiguiendo, por ejemplo, retomar la colaboración con la Junta Pro-Corpus, con su nuevo presidente. Hemos contribuido económicamente a título individual. También colaboramos con la Junta de Cofradías. También nos interesan las actividades musicales, porque Toledo lamentablemente es una ciudad de ocho a tres y hay que dinamizar la ciudad. Una barra de este tipo y una actuación nos puede llevar más molestias, pero entendemos que lo que hay que hacer es articular y vertebrar la ciudad, y darle iniciativas. Estamos retomando estas acciones. Pero es verdad que después de cuatro o cinco años en los que lo hemos pasado mal, la idea es reinvertir en la ciudad en sí.

Hablando de las críticas vecinales, ¿qué le parece las quejas por la sobreocupación que a su juicio hacen las terrazas del espacio público?

Sobreocupación es un término subjetivo, en la medida que estamos hablando de espacio tasado, afortunadamente, y reglado. Y en ese sentido, nosotros colaboramos con nuestros impuestos al cuidado de la vía pública, con lo que estamos revirtiendo en la ciudad de modo directo. Pero además de eso, y sin el perjuicio del criterio de cada uno, hay que argumentar esa afirmación. Cuando se está ocupando, se está produciendo una riqueza que se reparte por el resto de la ciudad. Entendemos que si tenemos una terraza en la que damos un servicio a unos clientes y visitantes, estamos generando puestos de trabajo y riqueza.

¿Puede ser que el abuso de unos pocos pongan la cruz sobre todo el colectivo?

Efectivamente, en todos los sectores pasa lo mismo. Lo que queremos es que la ley se aplique. Entendemos que no puede hacer cada uno su capricho arbitrariamente. Entendemos que las reglas del juego están marcadas. ¿Sobreocupación? Yo entiendo que muchas veces el Casco es un motor, no olvidemos que en tanto hay Casco hay ciudad de Toledo. Y no es necesario explicar el factor multiplicador de la economía, que significa que el taxista podrá trabajar y que si el camarero tiene sueldo, se comprará su coche. Es una economía cruzada.

Otros vecinos, sin embargo, entienden que cerrar las terrazas a la una en los fines de semana es pronto.

Es evidente que hay que conciliar el descanso de los vecinos con la explotación mercantil de los restaurantes. Y hay que tener en cuenta la idiosincrasia de la ciudad de Toledo. No es lo mismo una terraza en Talavera o en la avenida de Barber, que una terraza en una plaza recoleta de Toledo. Tiene un encanto y hay que pagar un precio. Hay momentos en los que nosotros pediríamos una ampliación, pero hay que conciliar el negocio con la vida del vecino. Y en la medida en el que Toledo está vivo es interesante. Si lo vaciamos de vecinos, no tendría mucho sentido.