La sociedad talaverana despide a su alcalde y llora su pérdida para la ciudad

Lola Morán
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Numerosas autoridades políticas, militares, civiles y religiosas se acercaron ayer a dar el último adiós al alcalde

Momento en el que el féretro con los restos mortales de Gonzalo Lago es trasladado al interior del Ayuntamiento, ante la presencia de su familia y compañeros. - Foto: Peña

El Salón de Plenos del Ayuntamiento de Talavera recibía ayer por última vez a Gonzalo Lago. El féretro con el cuerpo sin vida del alcalde talaverano ocupó ayer un espacio en el que en numerosas ocasiones Lago ha estado ejerciendo su faceta de alcalde, acompañado de la Corporación Municipal. Ayer sus compañeros volvieron a arroparle, esta vez para darle su último adiós tras perder su batalla contra la enfermedad que lo había mantenido alejado los últimos meses de la vida pública.

El féretro en el que descansa ya el alcalde de Talavera llegó poco antes de las seis de la tarde hasta el Ayuntamiento, donde se instaló la capilla ardiente en el Salón de Plenos, lugar de peregrinaje desde ayer para numerosas autoridades civiles, militares, religiosas, del ámbito sanitario y de la sociedad talaverana.

Su mujer, Pilar Clavero, y sus hijos Gonzalo y Esther, recibieron el coche fúnebre en la Puerta Noble del Ayuntamiento, donde esperaban también los compañeros de Corporación de Lago, así como responsables políticos, entre ellos el delegado de la Junta en Toledo, Fernando Jou; el viceconsejero de Sanidad, Jesús Galván; y el director general de Coordinación y Administración Local de José Luis Gómez Escalonilla.

El silencio que reinó durante la llegada del coche fúnebre quedó  instantáneamente interrumpida por aplausos cuando se sacó el féretro para acceder al Ayuntamiento, lugar escogido para compartir con los talaveranos este adiós a su alcalde.

Al cortejo fúnebre se fueron sumando a lo largo de toda la jornada infinidad de autoridades políticas, como el secretario general del PP de Castilla-La Mancha y presidente de las Cortes regionales, Vicente Tirado; el delegado del Gobierno, Jesús Labrador; el presidente de la Diputación de Toledo y presidente del PP en la provincia de Toledo, Arturo García-Tizón;  el subdelegado del Gobierno en Toledo, José Julián Gregorio; la senadora ‘popular’ Carmen Riolobos; y el secretario provincial del PSOE en Toledo y alcalde de Escalona, Álvaro Gutiérrez.

Se acercaron también a dar su último adiós a Gonzalo Lago los alcaldes de las tres EATIM de Talavera como son El Casar, Gamonal y Talavera la Nueva; y de un buen número de municipios de la comarca, entre ellos los de Pepino, Segurilla, Lagartera, Alcaudete, Oropesa y Alberche.

Todos quisieron trasladar sus condolencias a la familia, en especial a la mujer e hijos de Lago, quienes recibieron múltiples muestras de afecto desde la fila de butacas que habitualmente ocupa el equipo de Gobierno durante la celebración de los Plenos, por delante de la cual fueron pasando todos los que se acercaron a despedir a Lago.

Justo en el centro se situó el féretro con los restos mortales de Gonzalo Lago, cubierto por una bandera de España y otra de Talavera, sobre las que reposaba el bastón de mando de la ciudad que el regidor recibía en este mismo Salón de Plenos el 11 de junio de 2011, en su toma de posesión como alcalde.

En la mesa de la Presidencia se colocó el retrato de Gonzalo Lago que cuelga desde hace un tiempo de las paredes del Salón de Gestores junto a los del resto de alcaldes de la etapa democrática de Talavera.

Flanqueándolo, coronas de flores de su esposa e hijos, de la presidenta del Gobierno regional, de la Corporación Municipal y de los empleados del Ayuntamiento, junto a las del Gobierno de España y de la Delegación del Gobierno. A ellas se sumaron muchas más, además de ramos y centros enviados desde ayuntamientos, entidades, asociaciones, colectivos, empresas y particulares que quisieron de esta manera rendir homenaje al alcalde y darle el último adiós.

El obispo auxiliar de Toledo, Ángel Fernández Collado, dirigió una oración por el alma de Gonzalo Lago, del que destacó que siempre estuvo «al servicio de los demás» y que fue «un alcalde entrañable». Destacó además su fe, acrecentada en los últimos meses, según dijo.

El obispo auxiliar quiso además trasladar su pésame a la esposa e hijos del fallecido alcalde y su apoyo en estos duros momentos para la familia y para toda la ciudad.

Como señal de duelo, las banderas del Ayuntamiento  ondean a media asta desde ayer, jornada en la que se informó mediante carteles situados en los accesos al Consistorio del fallecimiento del alcalde. En ellos se comunicaba el fatal desenlace de Lago y se informaba de la apertura de la capilla ardiente en el Salón de Plenos, que permanecerá abierta hasta las ocho de esta tarde, momento en el que los restos mortales del alcalde serán trasladados a la Colegial, donde se oficiará el funeral.