Otro trasvase 'in extremis'

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Moncloa da luz verde a un trasvase de 10 hectómetros cúbicos al Segura, con los embalses de cabecera al límite de la barrera no trasvasable. Solo tienen 349 hectómetros cúbicos y el límite está en 336

La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, firmó ayer un nuevo trasvase al Segura desde los embalses de cabecera del Tajo (Entrepeñas y Buendía) de 10 hectómetros cúbicos para el mes de febrero. Una derivación de agua que deja al límite de su capacidad a estos pantanos, que acumulan entre los dos 349 Hm3 (si se toma en cuenta la última medición publicada de la Confederación Hidrográfica del Tajo) o 346,504 Hm3 (según los datos facilitados al BOE por la Dirección General de Agua del Ministerio a 1 de febrero). En ambos casos, apenas el 14 % de su capacidad total.

Y también al límite porque deja a Entrepeñas y Buendía prácticamente al borde de la barrera de agua no trasvasable, fijada desde el pasado 1 de enero en 336 hectómetros cúbicos. Tras esta derivación, en los pantanos de cabecera solo quedarían 3 hectómetros cúbicos ‘travasables’, tomando los últimos datos de la CHT.

El trasvase aprobado ayer será el primero del año precisamente por esta elevación de esta barrera de agua no trasvasable. Y es que, en  los pantanos de cabecera no ha habido agua suficiente para derivar al Segura hasta hace pocas semanas.

El trasvase de ayer también volvió a pecar de ‘nocturnidad’. Como viene ya siendo habitual, el Gobierno central informó del mismo a través del Boletín Oficial del Estado (BOE), que informó de los acuerdos adoptados por la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura en la reunión celebrada el 8 de febrero de 2016, es decir, el pasado lunes.

La justificación que da el Ministerio de Agricultura, en funciones, para aprobar este trasvases es que se hace «acorde con lo establecido en las Reglas de explotación del trasvase Tajo-Segura de la Ley de Montes de 2015, se ha constatado que se está en situación hidrológica excepcional, nivel 3». No hay que olvidar que los últimos cambios normativos en torno al trasvase dan potestad al Consejo de Ministros a aprobar trasvases de hasta 20 hectómetros al mes, incluso si se ha llegado al límite no trasvasable.

No obstante, la cuestión sobre cuál es el límite no trasvasable no está nada clara. Por un lado está la versión ministerial, que interpreta la asunción de la barrera de los 400 hectómetros cúbicos de límite no trasvasables como una meta progresiva. Según ha dicho en alguna ocasión la ministra Tejerina, el paso de la barrera de 240 Hm3 (vigente hasta 2013) a los 400 fijados por el memorándum firmado con Madrid, Castilla-La Mancha, Murcia y Valencia en 2013 será «a lo largo del tiempo». En concreto, en un plazo de cinco años, por lo que todavía quedarían tres para llegar al tope.

El actual Gobierno de Castilla-La Mancha no está ni mucho menos de acuerdo con esta interpretación ‘a plazos’ del Ministerio. Para la Junta, el mínimo trasvasable está ya en los 400 Hm3 , según lo establecido en la ley de evaluación ambiental, que cambió las reglas de explotación del trasvase en 2013.

Castilla-La Mancha se basa en lo dicho en su día por el propio Ministerio de Agricultura, entonces a cargo de Miguel Ángel Arias Cañete. En marzo de 2014, Agricultura emitía una nota de prensa donde se «certificaba» que el volumen embalsado en Entrepeñas y Buendía alcanzaba los 900 Hm3, marca a partir de la cual entraba en vigor automáticamente la barrera de los 400, saltándose los 5 años de «transición» entre una barrera y otra, según lo pactado en el citado Memorándum.