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El jefe de la Policía Local de Toledo, José María Sánchez Albiñana, niega la existencia de «un problema grave» de «salubridad, seguridad o intimidad» en el cuartel de la ciudad. Reconoce la existencia de desperfectos en las instalaciones pero considera que son subsanables y de carácter menor. Albiñana respondió ayer así a la denuncia presentada el jueves por el sindicato SPL ante la inspección de Trabajo contra el Ayuntamiento capitalino por su incumplimiento del Real Decreto 486/97 del 14 de abril, que establece las condiciones de seguridad y salud en los lugares de trabajo.
En el escrito, el sindicato tildaba de «tercermundista» el estado de las instalaciones, argumentando que los policías tienen «cuatro duchas para más de 100 agentes, que están enfrente de los retretes y sin puertas, por lo que tienes que ducharte enfrente del compañero que está en el baño». A este respecto, Albiñana responde que «los baños tienen puertas», descartando así la falta de intimidad, aunque sí reconoce la ausencia de «las cortinas de plástico de las duchas», que se repondrán próximamente. «Optamos por este tipo dado que tiene fácil recambio», advierte.
Por su parte, el concejal de Seguridad Ciudadana, Rafael Perezagua, responsable de la Policía Local, insiste en que se trata de «pequeños detalles» y que el Ayuntamiento «irá más allá» en su arreglo puesto que está estudiando «una intervención para mejorar el edificio».
Concreta que, por ejemplo, se procederá a la retirada de las rejas colocadas en las ventanas de la primera planta del inmueble «para garantizar una rápida evacuación» en caso de incendio, algo que en 2012 recomendó el servicio de prevención de riesgos laborales del Ayuntamiento pero que aún no se ha abordado.
También anuncia que se mejorará la zona de vestuarios, taquillas y aseos aunque sin olvidar que, según su criterio, el «problema de fondo» del cuartel es «la falta de espacio», al tratarse de unas instalaciones que «tienen más de 25 años y se construyeron cuando la plantilla era mucho menor».