Un incordio de invitado

J. Mario Loeches
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Barranco hizo el tanto de la victoria poco antes del descanso y tras una buena primera parte del CD Toledo en La Fuensanta

Nestor De La Vega Robayna - Foto: Nestor De La Vega Robayna

El CD Toledo confirmó en La Fuensanta que es un incordio de invitado. Que tiene mucha más cara y desparpajo cuando no está casa y que se sube a las barbas a la mínima. Al que le tocó sufrir todo esto ayer fue al Conquense, un equipo atenazado por una situación que sí que es dramática y que, aún así, no tiene reparos en irse hacia adelante en busca del gol. Contra los de verde no lo hizo. Por algo será. El conjunto de Josip Visnjic no le dejó con otro planteamiento casi perfecto. Quitaríamos el casi si los toledanos hubieran materializado alguna de las muchas ocasiones de la segunda parte para obtener una renta más amplia y no mostrarse con tanta inseguridad con los locales empujando.

A buen seguro que los tres puntos y dejar la portería a cero les va a reforzar. Es algo que le falta a un equipo que, aunque no se quiera ver, es bastante competitivo para esta categoría, más allá de los resultados que obtenga. Por lo pronto, ya está a dos puntos de los ‘play off’ y sigue a cinco del líder. Hay a quien le parece muy poco.

Para empezar, una muestra de que el serbio piensa en el contrario y trabaja durante la semana fue el cambio de figuras. Con un esquema similar al habitual, Visnjic modificó a algunos hombres para tener más gente por dentro y, sobre todo, trabajo. Es verdad que por la banda se perdió profundidad y velocidad al poner a Eneko en la izquierda, pero el vasco dio posesión de balón.

Nestor De La Vega RobaynaNestor De La Vega Robayna - Foto: Nestor De La Vega Robayna Al CD Toledo le costó hacerse con esa pausa. La paz que da tener la pelota fue una quimera para ellos y para los de enfrente, así que lo importante era el respeto y resguardarse para evitar un susto. En el minuto 3, Salero hizo un amago por el costado derecho que terminó en córner y el cuadro verde respondió poco después con un saque de esquina que Aicart remató demasiado alto. El partido se puso al cuarto de hora como más le gusta al Toledo, cuando se planta bien en el campo. El Conquense no le achuchó en absoluto, sometido a la presión alta del contrario. Una imagen muy alejada de la habitual de los de Fabregat. Lo aprovechó Morales para ganar en velocidad a Manel Royo y ponerle el balón a Rufino dentro del área. El disparo con la izquierda del delantero lo repelió perfectamente Bernabé.

Cuando se había estabilizado el Toledo, Airam filtró un balón a Salero y Mikel le trastabilló, pero el extremo encaró a Manolo y, cuando le estaba rodeando, se tiró al suelo ante la estirada del guardameta. El colegiado no picó y amonestó al blanquinegro. A esta jugada le sucedieron posesiones largas de la escuadra toledana sin demasiada profundidad. Y es que, el Conquense parece que prefería poner un muro para defenderse en vez de irse a lo loco a por el partido.

Pero la constancia dio fruto. Esta vez no fue a balón parado ni en ataque estático. Fue al contragolpe. Una vía que se le ha echado en cara muchas veces a los de Visnjic. Así, un pase largo a Eneko propició otro al espacio a Colinas que le devolvió a su compañero. Con la cabeza, Eizmendi le dio una asistencia ideal a Barranco, que llegaba corriendo desde atrás para rematar. El gol no templó los ánimos porque ya estaban en ese estado, simplemente premió una buena primera parte.

Nestor De La Vega RobaynaNestor De La Vega Robayna - Foto: Nestor De La Vega Robayna

al contragolpe. Estar por delante le va bastante a este Toledo. Si se une que el Conquense necesita ganar para salir de los puestos de descenso, contragolpear tenía que ser la mejor arma. Avisó Rufino con un control excelente al que, en cambio, no le siguió un disparo decente. Después, en una falta lateral, Garcés estuvo a un paso de cabecear una ocasión peligrosa, y a Eneko se le adelantó Bernabé en un pase largo de Colinas.

Tres oportunidades de gol en ocho minutos y sin poder sentenciar. Fabregat empezó a mover el banquillo con Denis y Adrián, así que el Toledo ya tuvo que asumir el papel de salir en velocidad casi sin quererlo. En el minuto 71, Colinas no encontró a nadie que le rematase su jugada dentro del área y en el 76, Aarón Bueno cruzó demasiado delante de la portería blanquinegra tras una mala elección de Rufino. El atacante trabajó como siempre, pero dio la sensación de pretender su gol, olvidándose a veces del equipo.

Aún así, en la recta final tuvo otra opción de poner el 0-2, pero Manel Royo le desequilibró lo justo para no dejarle rematar cómodamente. El Conquense iba a tener la suya. Ya era cosa del fútbol estropearle la mañana o no al Toledo. Adrián remató a las nubes un pase que le pusieron delante de Manolo. Entonces, entró Sorribas y también Rubén para perder un poco de tiempo. No fue necesario. Sigue habiendo motivos para confiar y los jugadores protegen una semana más la vela de la ilusión de los vientos que la amenazan.