El 30 por ciento de la población de Talavera tiene 50 o más años

J. L. M. / Talavera
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Tomando como referencia el 2008 como el año del inicio de la crisis económica, la ciudad ha perdido desde entonces más de un millar de habitantes, según datos del INE

En el último año Talavera perdió más de 1.700 habitantes. - Foto: Peña

Talavera es probablemente la ciudad de Castilla-La Mancha que más está sufriendo los efectos de la crisis económica, tal y como queda patente en sus elevadas cifras de desempleados y en el descenso de población experimentado en los últimos siete años. Sin ir más lejos, el alcalde talaverano, Jaime Ramos, aprovechó su intervención en la reciente Convención Nacional del PP para plantear a la ministra de Empleo, Fátima Báñez, la puesta en marcha de un plan estatal para reactivar las contrataciones y, consecuentemente, frenar la pérdida de habitantes.

Según los últimos datos hechos públicos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), desde el año 2008 -anualidad en la que se empiezan a notar los negativos efectos de la caída del sector de la construcción, la explosión de la burbuja económica y la mala situación de las principales entidades bancarias y financieras- hasta el pasado 2014 Talavera ha sufrido una merma de 1.016 habitantes, de tal forma que en siete años la ciudad ha pasado de 87.763 a 86.779 vecinos.

Esta merma es especialmente significativa si se toma como referencia el 2010, año en el que, pese a las dificultades económicas que ya se dejaban entrever, y que se tradujeron en el cierre de numerosas empresas y en la aplicación en otras tantas de duros Expedientes de Regulación de Empleo, el número oficial de habitantes se disparó hasta alcanzar los 88.989. A partir de entonces se abrió una brecha de dos anualidades totalmente contrapuestas, debido a que se pasó en 2011 a 88.674 vecinos, mientras que en 2012 hubo un ligero repunte hasta alcanzar los 88.755 residentes. Al año siguiente se registró una nueva caída, quedando la población en 88.548 personas, un registro este que, comparado que el último de 2014, supone 1.769 habitantes menos en poco más de doce meses.

Viajes de ida y vuelta. La fiebre del ladrillo motivó hace poco más de un lustro que Talavera y su comarca se convirtieran en un destino más que apetecible para muchos inmigrantes, que llegaban con ganas de prosperar y obtener más ingresos que en sus países de origen. Esta llegada de extranjeros no fue ni mucho menos masiva, aunque sí fue progresiva y año a año cada vez eran más los residentes procedentes de la Europa del este o del norte de África los que decidían afincarse en la ciudad y en su entorno.

Esta circunstancia se notó no sólo en términos poblacionales, sino también en términos educativos, ya que los hijos de estos inmigrantes se escolarizaron en centros educativos talaveranos y, en algunos casos, propiciaron en colegios e institutos una interculturalidad hasta entonces desconocida.

Pero cuando el trabajo empezó a escasear estos nuevos residentes foráneos comenzaron a plantearse la opción de retornar a sus países. Muchos de ellos no tuvieron más alternativas, debido a que las prestaciones por desempleo se les agotaron y no lograban volver a colocarse en el mercado laboral. Su marcha propició la consecuente marcha de sus hijos y, por tanto, propició que en algunos centros educativos las aulas quedaran casi vacías. De hecho, en los últimos años son varios los colegios públicos talaveranos los que han perdido clases porque no llegan a alcanzar el número de alumnos mínimos que antes sí sumaban con la incorporación de hijos de inmigrantes.

No obstante, también son numerosos los casos de talaveranos que, en vista de que las perspectivas laborales en Talavera e incluso en España son complicadas, han cogido el petate y se han marchado fuera del país. La gran mayoría están repartidos por la Europa más desarrollada (Francia, Alemania, Bélgica, Gran Bretaña...), algunos desempeñando labores de cierta responsabilidad gracias a su formación académica previa y al manejo de los idiomas, y otros realizando trabajos menos especializados y que incluso no precisan el dominio de lenguas extranjeras.

Edades. En lo que se refiere a la pirámide de población talaverana, la franja de edad en la que hay más habitantes es la que va de los 40 a los 49 años, con 13.348 vecinos. Este grupo hace referencia a un sector de la población que se encuentra en la mitad de su vida laboral o que, en el caso de no tener trabajo, tiene muchas dificultades para encontrar un empleo.

El otro grupo más numeroso, según los últimos datos publicados en la web del Ayuntamiento, es el inmediatamente anterior (de 30 a 39 años), con 12.985 personas que, en el mejor de los casos, han logrado sumar ya una década de vida laboral. Mientras, hay 10.097 residentes de entre 20 y 29 años y 11.444 entre 50 y 59 años. De esta manera, y sumando los 4.248 residentes de entre 60 y 64 años, hay algo más 52.000 personas en edad laboral en Talavera, lo que supone casi un 61 por ciento de la población total.

En cuanto a los habitantes que superan los 65 años, son cerca de 15.000, lo que se traduce en algo más del 17 por ciento del censo. En esta franja llama la atención que hay 689 personas con 90 años o más, de las cuales 14 tienen 100 o más años.

Respecto a la población infantil, de 0 a 9 años hay 9.320 habitantes, mientras que entre adolescentes y jóvenes que se encaminan a la mayoría de edad hay 9.390.