El español Rafa Nadal firmó ayer el billete para los cuartos de final del Abierto de Australia, primer ‘Grand Slam’ de la temporada, después de apabullar al sudafricano Kevin Anderson en tres sets (7-5, 6-1 y 6-4), y se citará en la siguiente eliminatoria con el checo Tomas Berdych.

De esta manera, el balear alcanzó por octava vez consecutiva un lugar entre los ocho mejores en el torneo oceánico, después de superar un cómodo estreno ante el ruso Mikhail Youzhny, sufrir para remontar al estadounidense Tim Smyczek, recuperar la confianza ante el israelí Dudi Sela y vencer con comodidad a Anderson.

En la manga inaugural, el manacorí se topó con un rival inspirado que se procuró las primeras seis bolas de rotura del encuentro, incluyendo un 0-40 que le habría dejado sacando a continuación por el primer parcial. Sin embargo, anuló esas opciones gracias a tres buenos saques y rompió inmediatamente el servicio de su oponente en el duodécimo juego, llevándose el set.

A partir de ahí, el número tres del mundo no perdonó. La confianza de Anderson se desmoronó como un castillo de naipes y cedió su saque en el segundo y el cuarto juegos del segundo parcial, que cayó del lado del español. En el tercero y definitivo, Nadal encarriló la contienda ganando al resto el tercer juego y cerró su compromiso en dos horas y seis minutos.

En total, el zurdo de Manacor disparó 33 golpes ganadores por 25 errores no forzados, ganó el 78 por ciento de los puntos que disputó con su primer servicio y tuvo un altísimo porcentaje de acierto en la red, ganando 16 de las 18 subidas que ejecutó. Así celebró la victoria, su cuarto triunfo consecutivo en un torneo desde Roland Garros 2014.

Su próximo contrincante será el checo Tomas Berdych, séptima raqueta mundial, que se impuso en su duelo de octavos de final al tenista local Bernard Tomic por 6-2, 7-6 y 6-2.

A la conclusión del choque, Nadal aseguró que su próximo rival es «de máximo nivel», por lo que deberá desplegar su mejor juego si quiere alcanzar las semifinales.

Además, habló de su actuación ante Anderson. «Habíamos hablado antes del partido de empezar restando delante. Creía que tenía que hacerlo así y es lo que hice al comienzo. Cuando ya llegamos al 5-4, tomé la decisión de restar atrás porque entendía que tenía que poner bolas en juego, algo que estaba haciendo demasiado poco hasta ese momento», explicó.

«Él iba muy cómodo con su servicio, sin sentir presión. Podía jugar con máxima frescura los restos. Si de mala manera le pongo la pelota al resto, al menos tiene que golpear. Desde una posición tan retrasada no es fácil hacer un golpe ganador. Y si llego, el punto está en juego. Soy un jugador que defiendo más o menos bien», prosiguió.

 El tercer cabeza de serie siguió analizando el duelo ante el sudafricano. «Él sabe que tiene que ajustar más los golpes. Creo que es lo que ha pasado. He intentado hacerle sentir que debía golpear una bola más para tener éxito en lo que estaba haciendo. Por suerte, ha salido bien», apuntó.

«El tenis es un juego de dos. Si el rival está dispuesto a golpear al máximo desde el resto, obviamente, no vas a dominar. La única opción es sacar bien. Intentaba atacar cuando podía y defender cuando tocaba. Mis movimientos han sido mucho más dinámicos que otros días», añadió.

Murray sigue adelante. Por su parte, el escocés Andy Murray consiguió una trabajada victoria ante el búlgaro Grigor Dimitrov (6-4, 6-7, 6-3 y 7-5), y se enfrentará en los cuartos de final al australiano Nick Kyrgios, que dejó fuera al verdugo del suizo Roger Federer, el italiano Andreas Seppi, por 5-7, 4-6, 6-3, 7-6 y 8-6.

El jugador centroeuropeo desaprovechó una ventaja de 5-2 en el cuarto set y destrozó su raqueta, iracundo e impotente ante la oportunidad que dejó pasar.

«Ha sido un partido durísimo. Grigor es un gran atleta, es capaz de colocar unos golpes al alcance de pocos jugadores y siempre es entretenido competir contra él. Espero estirar esta buena racha dentro de un par de días y me gustaría tener a alguien del público de mi lado, aunque supongo que no será así porque mi adversario juega en casa», precisó Murray.