La resistencia a los fármacos causa 48.000 muertes al año

AGENCIAS
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La falta de efecto de los antibióticos en pacientes que han abusado de estos medicamentos acaba provocando el fallecimiento de miles de ciudadanos en Europa y Estados Unidos

La resistencia a los fármacos causa 48.000 muertes al año

 
Las infecciones resistentes a múltiples fármacos causan al año 25.000 muertes en Europa y 23.000 fallecimientos en EEUU, según los datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), que alerta, además, de un aumento de las resistencias antimicrobianas a antibióticos de última generación. 
Con motivo del Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos, que se celebró hace unos días, diferentes países organizaron distintas jornadas de concienciación sobre el uso responsables de estos fármacos y en contra de la automedicación y el abuso del consumo. 
«Si se toman estas sustancias de forma repetida e inadecuada se contribuye a aumentar la resistencia bacteriana a los antibióticos», recordó el jefe del Laboratorio de Referencia y Programa de Vigilancia de Resistencias del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), José Campos. 
Por eso, recordó que patologías invernales, como la gripe y los catarros, «que son causadas por virus», no pueden tratarse con estos preparados; del mismo modo que tampoco se deben utilizar estas medicinas sobrantes que pueden haber funcionado muy bien en una anterior infección, pero que no tienen por qué ser igual de eficaces en otra. 
«Los esfuerzos en la prevención y el control de las infecciones, incluyendo la vacunación, es esencial para dominar la propagación de males procedentes de virus y sus factores de resistencia asociados», añadió el experto. 
Por lo tanto, usar con prudencia los antibióticos puede ayudar a detener el desarrollo de bacterias resistentes y, en consecuencia, conseguir que estos fármacos mantengan su eficacia para las generaciones venideras, lo cual es fundamental, teniendo en cuenta el coste económico y de tiempo que conlleva el desarrollo de nuevas pastillas útiles que sirvan para curar una enfermedad. 
«La eficacia de los fármacos existentes necesita ser preservada»; y, para ello, hay que trabajar en no crear esas oposiciones. «Solo el desarrollo de nuevos antibióticos no será suficiente para hacer frente al problema de la resistencia», ya que, en su opinión, «las bacterias siempre encontrarán alguna manera para superar el efecto terapéutico a los nuevos fármacos que salgan al mercado». 
De entre los pasos que hay que dar para hacer frente a la oposición a los antibióticos, «los expertos estiman que la mejora de las prácticas de uso de estos preparados químicos por parte de los profesionales y los ciudadanos es una de las acciones más importante para frenar el desarrollo y la propagación de las bacterias resistentes a los mismos». 
  Asimismo, los investigadores advierten de que, sin este tipo de medicamentos eficaces, las operaciones quirúrgicas, los cuidados intensivos o la quimioterapia no serían posibles o acabarían siendo gravemente restringidas en la medicina actual o futura.