«Proponemos descubrir el Quijote aún desconocido, queda mucho camino por recorrer en este sentido»

I. BALLESTERO
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El director general de Cultura del Gobierno regional reconoce que este 2015 puede ser «un nuevo revulsivo para desarrollar nuestra cultura y nuestro patrimonio» gracias a la celebración del cuarto centenario

«Proponemos descubrir el Quijote aún desconocido, queda mucho camino por recorrer en este sentido»

Arrancada la página del calendario del año del Greco, la región se embarca en un año especial con la celebración del cuarto centenario de la publicación de la segunda parte de El Quijote.

La verdad es que es un año en el que tenemos puesta mucha ilusión porque estamos convencidos de que puede ser un nuevo revulsivo para desarrollar nuestra cultura, nuestro patrimonio y para que sigamos haciendo hincapié en algo muy importante para nosotros como es consolidar Castilla-La Mancha como un lugar de atractivo turístico a nivel nacional  e internacional. Ya con El Greco hemos demostrado que sabemos hacer las cosas muy bien y tenemos el reto importante de hacerlo con un personaje más reconocido en el mundo como es El Quijote, y que nos va a permitir trabajar en un triple sentido:por un lado, consolidar a la región como un lugar de atractivo turístico;en segundo lugar, trabajar en algo que nos interesa a todos, como es que se fomente la lectura y el aprendizaje a través de la lectura;y en tercer lugar es que sirva como revulsivo del orgullo de los ciudadanos de la región. En Castilla-La Mancha tenemos una serie de iconos y nos tiene que permitir sentirnos orgullosos de pertenecer a una región que tiene un legado patrimonial de primer nivel.

¿El reto de Cervantes y El Quijote, quizá por ser más conocido como dice, es mayor?

Es tan rico El Quijote y tan rico el universo de Cervantes que podemos seguir descubriéndolos con múltiples facetas. Buena parte de la programación que hemos elaborado trabaja en esa línea, reconocer esos elementos aún sin descubrir. En la programación proponemos descubrir el Quijote aún desconocido, porque queda mucho camino por recorrer en este sentido. Con respecto al año pasado sí que el reto es mayor porque El Greco se centralizó en Toledo, pero El Quijote es universal y es mucho más regional todo su contenido. Es conocida la reivindicación de muchos lugares de ser ese lugar de La Mancha, y que todo el mundo se sienta orgulloso en este sentido y quiera reivindicarlo es bueno. Todos nos identificamos con la obra cervantina.

Esa intención de explorar facetas no conocidas queda reflejada, de entrada, en la programación para este año.

Sí. Queremos llegar a todos los públicos y demostrar que la cultura es patrimonio de todos, y queremos compartirlo. No somos como otras regiones que quieren sentirse exclusivas en sí mismas, somos abiertos y estamos orgullosos de nuestro patrimonio y queremos compartirlo con todo el mundo. La programación abarca muchos ámbitos porque El Quijote, que es nuestro principal emblema, se puede descubrir desde muchos puntos de vista. El principal es el literario, pero también se puede abordar desde la música, desde el arte en El Quijote, desde la naturaleza en El Quijote, desde la caza, la tauromaquia o la gastronomía que contiene El Quijote. Es una obra tan amplia que da lugar a que sigamos estudiando y reinventándola desde el punto de vista divulgativo y también desde el punto de vista científico y académico, y no queríamos dejarnos ninguna de estas facetas.

Durante la puesta de largo de la programación se habló de la necesidad de llevar la cultura y El Quijote a las aulas. ¿Cómo se puede hacer?

Uno de los retos, como he comentado, es la animación a la lectura. Que la gente lea es el principal homenaje que podemos hacer a El Quijote, hacer que la gente esté loca por leer y quieran leer, no sólo libros de caballería como Alonso Quijano, sino de todos los ámbitos. Leer es un placer que para muchos aún es desconocido. El objetivo real es llegar a la lectura comprensiva, porque es muy importante que la gente lea pero que entienda lo que lee. Buena parte del fracaso escolar se produce por eso, porque la gente no entiende lo que lee; estamos reduciendo los índices de fracaso escolar en Castilla-La Mancha, pero si hacemos un esfuerzo añadido lo lograremos. Queremos que las bibliotecas sean lugares vivos, ya sean las gestionadas por la Junta o aquellas de ámbito municipal, que la gente se sienta cómoda en estos espacios. No sólo que la gente lea El Quijote, porque creo que los eventos van a ser una justificación suficiente para hacerlo, sino que venga de la mano con la lectura de otras obras, desde cómics a libros de filosofía.

¿Habrá publicaciones durante este año?

Sin duda. Desde las escuelas ya estamos preparando iniciativas con el Centro Regional del Profesorado en colaboración con los centros escolares para ese esfuerzo añadido. Habrá trabajos con niños para involucrarles en el desarrollo de aplicaciones móviles para El Quijote a través de las cuales podrán descubrir los tesoros de sus ciudades. En cuanto a publicaciones propias, sí que habrá. En las próximas semanas se publicará La cocina encentada del Quijote, un libro en el que se unirán la literatura, la historia y la gastronomía. Será un libro familiar, queremos que los niños lo lean con sus padres. Al final de cada capítulo, que serán recorridos amenos sobre la vida de Cervantes, habrá una receta sencilla que van a poder hacer en casa padres e hijos, y queremos que se puedan llevar a cabo también en la escuela. Habrá más publicaciones didácticas de este tipo y de otras facetas.

¿Hay alguna sorpresa más que no se incluyera en la presentación del otro día?

En ese acto se marcaron las líneas básicas, y por lo que hemos percibido la gente se ha quedado gratamente sorprendida. Hay más, hay cosas que se van a cerrar próximamente. Por ejemplo, tenemos casi cerrada una exposición sobre arte en el Siglo de Oro que tendrá carácter itinerante por las capitales provinciales y principales ciudades de la región. Este acontecimiento ha sido declarado Acontecimiento de Excepcional Interés por el Ministerio de Hacienda, así que las aportaciones privadas se van a poder beneficiar de importantes deducciones fiscales. Hay empresas que quieren vincular su imagen a la de El Quijote, y de mano de esas aportaciones intentaremos ampliar esa programación.

Por lo pronto, habrá muchas localidades que se pueden beneficiar de la declaración como Bien de Interés Cultural.

Queremos declarar a todo el mundo que nos sentimos orgullosos de ser de la patria de El Quijote y lo vamos a manifestar dando el máximo reconocimiento a esos escenarios. Hay dudas y debates sobre algunos emplazamientos, pero hay otros que están claros y se citan explícitamente, como el Campo de Montiel, El Toboso, la Cueva de Montesinos, las ventas y los molinos. Algunos ya están declarados como BIC, pero queremos hacer una revisión conjunta que sirva de atractivo turístico. No como la ruta que se ideó en 2005, que quedó quizá deslabazada y no cumplió su objetivo, sino que tenga recorrido. Buena parte de lo que hemos incluido en la programación tendrá recorrido más allá de 2015, las declaraciones como BIC quedarán para siempre. Hay que mantener el atractivo cultural durante los próximos años.

También será duradera la inversión en patrimonio.

Sí. Vamos a convocar una línea de ayudas para los escenarios de El Quijote. Ya el año pasado hubo localidades como Infantes o Campo de Criptana que se beneficiaron de estas ayudas, pero este año se van a ampliar.

Levantando el foco. ¿Habrá propuestas de Cultura para los edificios de la casa de la Cruz Roja o el antiguo Ferroviario, en Ciudad Real?

A día de hoy forman parte del patrimonio de la Junta, es decir, de la Consejería de Hacienda. Si en un futuro desde Hacienda nos piden propuestas sí que estamos dispuestos a realizarlas, y por supuesto que tenemos algunas ideas al respecto. En el caso de la antigua casa de la Cruz Roja es complicado hacer un planteamiento cultural por su disposición, por el tamaño de sus estancias y por su accesibilidad. Cualquier opción a valorar, como sucedería con el antiguo Ferroviario, sería costosa, pero no me preocupa tanto la inversión necesaria para abrir como el mantenimiento. Desde principios de siglo se hizo una inversión notable en la apertura de nuevos espacios culturales sin tener en cuenta sus costes de mantenimiento, y ahora hay muchos cerrados. Hay que ser pragmáticos, y antes de plantear cualquier opción para estos edificios habría que hacer un estudio de costes.

Casi un año desde la reapertura de Alarcos. ¿Cómo ha ido?

Nosotros tenemos que hablar de satisfacción. Ha sido un primer año de toma de contacto, por parte del Ayuntamiento de Ciudad Real, que se encarga de la gestión turística, y poco a poco se van incrementando las visitas. Tenemos que hacer más esfuerzos de divulgación y promoción. En otros yacimientos que gestionamos así, como Carranque o Recópolis, los alcaldes están encantados. La gestión desde la proximidad da mejores resultados, y lo estamos comprobando con La Motilla del Azuer, por ejemplo. También es un éxito la gestión en Calatrava la Nueva, o el yacimiento de Calatrava la Vieja. Satisfechos, pero queda mucho camino por recorrer para que vengan más visitantes, aunque tenemos que tener en cuenta el componente estacional de esta oferta turística.

Hay un proyecto conjunto con el IGME para potenciar el resto de motillas de la provincia, ¿no?

En la provincia hay unas 30 motillas de la Edad de Bronce, un patrimonio de más de 4.000 años. La del Azuer es la que ha tenido unas campañas de excavación más dilatadas, pero hay muchas otras. Lo que hay que ver es cuáles son potencialmente visitables, porque no podemos defraudar al turista. Hay motillas que no están tan excavadas o restauradas, pero sí que es cierto que se puede plantear en el futuro un circuito de visita a las motillas para que la gente vea cómo el paisaje condicionaba el poblamiento prehistórico.

Ya están en marcha los trabajos en el Castillo de Peñarroya para arreglar la muralla caída.

Mantuvimos varias reuniones a nivel técnico y político con el alcalde de Argamasilla, y lo primero que estamos haciendo es sanear y limpiar la parte del muro afectada, para después consolidar y restaurar la muralla. Hay que decir que todas las murallas se sometían a labores de consolidación, y a veces nos falta perspectiva histórica a la hora de afrontar este tipo de actuaciones. Lo importante es que no afectó a ninguna persona, pero estos trabajos no son tan raros, de hecho son muy habituales. No nos tienen que preocupar, y lo importante es que se ha actuado con celeridad.

El pasado año desaparecieron las comisiones provinciales de Patrimonio. ¿De qué forma beneficia esto a la gestión?

Ahora son comisiones con carácter asesor y no decisorio, lo que creemos que agiliza los trámites. Sobre todo, da uniformidad y una visión unívoca a todas las decisiones de patrimonio, que se centralizan en la Dirección General de Cultura. Antes, en cuestiones similares cada provincia adoptaba decisiones diferentes, y ahora todo se hará de manera uniforme.

Almadén parece no haber traducido su declaración como Patrimonio de la Humanidad en un crecimiento grande de visitantes. ¿Hay planes específicos para la zona?

Nosotros estamos poniendo todo lo que está en nuestra mano para potenciar las visitas a la zona. Estamos llevando allí muchas reuniones científicas para dar a conocer al ámbito académico el importante legado que cuenta con ese sello de calidad de la Unesco. Hemos programado reuniones sobre patrimonio industrial y minero, sobre estudios arqueológicos que la junta está promoviendo para que se hagan allí. Desde la Dirección General de Turismo me consta que también se está haciendo un importante esfuerzo. Lo importante es no centrar la oferta sólo en el patrimonio minero, sino en toda la comarca y el Valle de Alcudia. Si sólo ofertamos el parque minero nos dirigimos a un público específico, y lo que intentamos es que la gente acuda a Almadén atraída por una oferta en todos los ámbitos.