El argumentario de Emiliano García-Page para trasladar el recinto ferial de la Peraleda al nuevo entorno elegido no parece tener fisuras. Así se denota de los datos aportados en la presentación del primer borrador de un proyecto «demandado por los ciudadanos» y, por ello, destinado a ser «transparente, dialogado y debatido». Y porque, en su opinión, el asunto «interesa y mucho», el alcalde ofreció un listado de «buenas» razones por las que el cambio además de ser «necesario» posee una «vocación mayor que la ferial».

Ubicado en la zona conocida como Huerta del Rey, este espacio -dotado de una superficie de 27.000 metros cuadrados (ampliables a 32.000 metros cuadrados más en su parte izquierda) y más de 500 plazas de aparcamiento- se exhibe por sus cualidades vinculadas a la proximidad del remonte de Safont, de la estación de AVE y de autobuses, y de los aparcamientos de Safont y de Azaquiel que, recordó, cada uno oferta más de 500 plazas. Sin olvidar que, dentro del proyecto de «la puerta de entrada de Toledo», el lugar permite el acceso peatonal al Casco, contando además con «multitud de líneas de autobús urbano que pasan por la zona». A eso se une la idea de construir una plataforma peatonal desde el aparcamiento de Safont «que una las dos laderas del río Tajo» y que conecte con la senda ecológica.

Distribuido el espacio elegido en 10 parcelas, el futuro Ferial de Toledo se presentó como «la solución definitiva a la Peraleda» en un entorno cercano a la Vega, al Casco y muy accesible para el ciudadano.

Por ello, y puesto que este proyecto «es una demanda que debíamos atender ya», quiso García-Page apuntar que este proyecto deberá ser participado por «colectivos vecinales, empresariales y sociales» para perfilar un planeamiento «dialogado» que, adelantó, «se incorporará a los estudios previos del nuevo POM que estamos elaborando».

En este punto, y asegurando que se irá «informado de todos los cambios», el alcalde sí avanzó que en «diciembre» se conocerán más detalles de una intervención pensada a «medio plazo» y previsiblemente finalizada «a mitad de la próxima legislatura». Esto es, sin atreverse a fijar una fecha aproximada, Page calculó que el nuevo Ferial podría «estar hecho» dentro de tres años lo que lo situaría en agosto de 2017.

Financiación en ciernes. Sin una cifra definitiva en mente, pero sabedor de que la Peraleda será «el primer desarrollo residencial» contenido en el POM, Emiliano García-Page informó de que la financiación para el nuevo Ferial vendrá de «los desarrollos urbanísticos en la zona que tienen que generar plusvalías» con las que, añadió, «se podrían construir varios feriales».

Con esta previsión, y apreciando que la Peraleda -espacio en el que está prevista la construcción de 2.000 viviendas- va a ser «uno de los barrios de mayor calidad de Toledo», el alcalde adelantó, sin fijar un presupuesto aproximado, que el nuevo espacio «será relativamente barato porque se trata de una construcción ligera».

En este punto, e insistiendo en que habrá que esperar hasta el próximo mes de diciembre para la presentación del proyecto en su conjunto, ya que en la actualidad «se está desarrollando la memoria económica», fue tajante el alcalde en afirmar que «en cualquier caso, el recinto ferial no costará más de un 20 por ciento de lo que ha costado la Peraleda».

Una cantidad cifrada en «300 millones de las antiguas pesetas» invertida durante años en «constantes modificaciones y mejoras» y gastado, recordó, «en un traslado que costó mucho en derechos urbanísticos». Sin querer extenderse demasiado en este aspecto, sí instó a los más ‘antiguos’ de la sala a hacer memoria sobre un traslado en el que, por ejemplo, incluso las canalizaciones se instalaron en principio, de forma inadecuada.

Sobre este próximo desarrollo urbanístico, tan sólo aclarar que en julio del pasado 2011 la Junta de Gobierno Local aprobó el proyecto de urbanización del Plan de Actuación Urbanizadora (PAU) de ‘La Peraleda’. Actuación que contempla un total de 2.662 viviendas, de la cuales 1.065 serán de protección oficial. Este proyecto se realizará en tres fases y ya en la primera de ellas se integra el 72% de las viviendas protegidas. La globalidad del proyecto tiene un presupuesto de 55 millones de euros por parte del agente urbanizador.