Los trabajos en la avenida de Castilla-La Mancha acabarán en tres semanas

e. martín | TOLEDO
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Primera visita a obras de la alcaldesa de Toledo, que ayer se desplazó a la avenida de Castilla-La Mancha a la altura de la Escuela de Gastronomía.  Milagros Tolón recorrió un espacio complicado en el que las aceras presentan dificultades para el tránsito de peatones y de los carros de bebé.  La concejala de Obras, Noelia de la Cruz,  explicó que «se reordenará para impedir que se invada de forma constante la acera, que será ampliada para que sea más segura y para evitar los altibajos».  La intervención trata de respetar al máximo el número de plazas de estacionamiento. Son diez más una destinada a personas minusválidas que se situará sobre un pozo de aguas pluviales, que al mismo tiempo se ha conectado a la red de saneamiento. Lo que aún no tiene claro el Ayuntamiento es si serán de residentes o no.  Además, se ha delimitado una zona para el contenedor de residuos sólidos urbanos. De cara al futuro, el Ayuntamiento se plantea abordar el tramo superior de este vial. Lo primero que se hará es habilitar bolardos y rebajar bordillos para facilitar la incorporación de los peatones a la acera sin necesidad de utilizar escalones. La obra cuenta con un presupuesto de alrededor de 25.000 euros y se prevé que pueda terminar en dos o tres semanas. Tolón indicó, por su parte, que todas las intervenciones se consensuarán con los vecinos y puso de relieve la importancia de las pequeñas obras.