Las obras de la plaza del Reloj tienen el próximo día 12 como fecha de finalización

Leticia G. Colao
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Los trabajadores completan estos días el pavimento con los bloques de granito de diferentes medidas y las tareas de abujardado que dejarán granulada la superficie

Se acerca diciembre y con él, los últimos pasos de las dos obras del Urban que aún siguen en marcha. La rehabilitación de la carretera de Calera y la entrada al barrio de Patrocinio y la de la Corredera del Cristo y la plaza del Reloj van tomando forma a escasos días de las fechas tope de finalización. Esta última, concretamente, tiene el 12 de diciembre como último día para rematar detalles y quedar totalmente abierta a los talaveranos y en este caso, a los comerciantes y usuarios de la zona.

La concejala de Urbanismo, María Rodríguez, confirmó que será en los primeros días de diciembre cuando los trabajos deben estar totalmente acabados. Fue una promesa con el sector comercial de la zona centro ante la cercanía de la campaña navideña y una obligación con Europa en el marco del Plan Urban, que financia buena parte de los trabajos y que cumple el próximo 31 de diciembre.

La singularidad de los trabajos y la importancia de la zona, la céntrica plaza del Reloj, ha levantado más expectación de lo normal en una obra de estas características. Así, son numerosos los talaveranos que cada día pasan por el entorno y se paran a contemplar los trabajos e incluso a hacer fotos con el móvil. Uno de los detalles más comentados, también en las redes sociales, ha sido la existencia de unos bloques de granito colocados a lo largo de toda la zona, hasta la plaza del  Salvador, del que se desconocía su utilidad. Rodríguez ha confirmado a La Tribuna que es una parte más del pavimento, ya que será una plataforma única. «Está formado por unos bloques de granito, en una sección de 10x10 en diferentes medidas, desde los 3 metros a 1,5 y 75, medidas estándar para facilitar la colocación». La forma de estos bloques se verá posteriormente en la calzada, mientras que entre los huecos se ha puesto un hormigón negro con una textura especial, explicó.

El siguiente paso, cuando fragüe el hormigón, ha sido realizar la tarea de abujardado, que consiste en «darle una textura al hormigón un poquito más granulada». Con esto, añadió, «el grueso de la obra habrá finalizado”.

En la Corredera, además de la cimentación, se está prestando mucha atención a la colocación de las vielas, para que estas no se ubiquen delante de ninguna puerta de vivienda o local comercial. Las vielas metálicas, explicó, son dos barras unidas por un eje que se mueven y que darán una forma de movimiento a la vía. Estas piezas permiten además ajustarse al ancho de la calle debido a sus entrantes y salientes y estéticamente, «va marcando recorridos».

En toda la zona la acera se elimina y baja al mismo nivel que el resto de la calle, para darle una continuidad, aunque no prohibirá en ningún momento el tránsito de vehículos. Así, en la zona que une la plaza con la calle Carnicerías, ya pueden verse los nuevos árboles plantados que proseguirán posteriormente hasta la iglesia del Salvador.

Una vez finalizado esto, se procederá a la colocación del mobiliario urbano, y con ello, de las estructuras metálicas a modo de pórticos que completarán los pocos que aún quedan en pie en La Corredera del Cristo. Se trata de la solución adoptada para dar forma a la idea de calle porticada establecida en la idea ganadora del concurso y procurando buenas vistas tanto a los edificios superiores como a los viandantes que paseen por la calle. Esto, junto a la plataforma única será, sin duda, lo más significativo de la reforma.