Cinco décadas han pasado desde que el hospital ‘Virgen de la Salud’ fuera inaugurado en 1965. Cincuenta años que ayer recorrió el doctor José Conde a través de una charla, ‘La historia e historias del Hospital Virgen de la Salud’, que forma parte de las actividades que ha programado el centro para conmemorar sus bodas de oro. Una historia que arrancó el 30 de mayo del aquel año cuando el ministro de Trabajo, Romeo Gorria, junto a sus homólogos de Costa Rica, Nicaragua, Panamá, Honduras y Perú, inauguraba la Residencia Sanitaria ‘Nuestra Señora de la Salud’, que se levantó en el barrio de Palomarejos y que costó 100 millones de pesetas. La residencia, que comenzó a construirse en abril de 1961, constaba de 7 plantas, 217 camas y 6 quirófanos. En aquel momento, la atención sanitaria la prestaban 55 médicos, 28 enfermeras, 21 auxiliares de clínica y 10 religiosas.
Conde, facultativo jubilado que fue jefe del Servicio de Nefrología, aseguró que el centro «ha sido mucho más que un lugar de trabajo» en el que «la historia resultante es el fruto de una acción colectiva en la que labores calladas y casi anónimas han sido decisivas como las de los que hoy podríamos recordar como actores principales». Historia sanitaria española que a mediados de los sesenta quedó marcada porque el Instituto Nacional de Prevención (INP), dependiente del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, inicia el proceso de creación de la moderna red hospitalaria española. Así, una vez abierto el hospital, acudirían especialistas quirúrgicos para operar a los pacientes que tenían asignados por el sistema de ‘cartillas’ o cupos. Por turnos semanales se harían cargo en régimen de llamada de las urgencias. Había consultores de medicina interna, obstetricia y pediatría sin cupo concreto asignado, e igualmente en régimen de llamada. Los especialistas no quirúrgicos podían ser requeridos por los quirúgicos como consultores si el paciente que atendían lo precisaba y era de su ‘cupo’.
Como recordó ayer el facultativo, en 1968 se abrió la Escuela de Enfermería que un año más tarde lo sería en régimen de internado. «Con independencia de la febril actividad constructora, el escenario sanitario español asistía a un fenómeno cuyo alcance entonces no se podía sospechar».
En menos de diez años, «una década prodigiosa», gran cirugía, cuidados intensivos, diálisis, quimioterapia y tratamientos complejos, biopsias, endoscopias, angiografíasy marcapasos, apuntó, «dejaron de ser palabras en inglés de aplicación limitada a centros extranjeros o a uno o dos españoles para ser realidades en una pequeña ciudad de provincias como Toledo». Pero el centro se quedó pequeño y se abordó la primera reforma arquitectónica que derribó primero y construyó después el ambulatorio, hoy centro de especialidades, recuperando espacios para el hospital como cuidados intensivos, hemodiálisis, quirófanos, consultas externas y urgencias.
Este cálido relato, que tuvo lugar en el salón de actos de estas dependencias, también recogió el recibimiento de la primera promoción MIR, que organizó junto a otros hospitales una huelga importante «de fuerte trascendencia política» y la construcción del Hospital Nacional de Parapléjicos.
Entre 1978 y 1988, comentó Conde, el marco macroeconómico mandaba con la congelación de plantillas e inversioness. El hospital ‘Virgen de la Salud’ seguía moviéndose en una década que terminó con un hito importante como fue la promulgación de la Ley General de Sanidad. Por aquella fecha se escribió, no obstante, una de las páginas negras del hospital con el incendio que, en 1987, le costó la vida a un miembro del cuerpo de bomberos. El suceso propició un plan extraordinario de reforma y ampliación de las instalaciones.
del insalud al sescam. La sanidad deja de ser financiada con cuotas de la Seguridad Social y pasa a ser sostenida con los impuestos generales. Entre 1989 y 2001 se produjeron desarrollos en casi todos los ámbitos incluyendo la emrergencia de especialidades médicas y quirúrgicas y otras nuevas como la cirugía plástica o la neurocirugía. El doctor no pasó por alto dos hechos como fue asumir el hospital ‘Virgen del Valle’ pasando a ser un centro geriátrico de agudos y media estancia y la apuesta decidida por la Cirugía Mayor Ambulatoria. En este periodo de crecimiento se pasó de 1.400 a 2.300 empleados, las urgencias anuales se duplicaron y las consultas se triplicaron.
Culminado el proceso de transferencias, seis años después, el tsunami económico llevó la congelación y reducción del nivel de gasto «motivadas por los inevitables ajustes que el cuadro macroeconómico y las instituciones europeas imponían». En definitiva, apuntó, ha sido «un camino correcto» y «en él se debe seguir» si se echa un vistazo «a los cambios de índices de salud acaecidos en España en este cincuentenario y sobre todo la comparación con países tan avanzados como Suecia».
El ‘Virgen de la Salud’ se ha adaptado a entornos difíciles y «estas cualidades son las que se van a exigir a los actores del futuro». Capacidad para atender la cronicidad, gestionar la demanda y los procesos, modos eficientes de comunicación entre trabajadores y pacientes y pericia para el uso apropiado de las tecnologías.