La campana de El Valle no dejó de repicar

J. Guayerbas
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Multitudinaria romería por los cerros de Toledo. Ambientazo en El Valle en un 1 de mayo con buenas temperaturas y gran participación. La fiesta de la Virgen del Valle fue todo un éxito

Ha sido un fin de semana pleno para la capital regional. Toledo ha registrado masas de turistas por el Casco Histórico y de toledanos por los cerros de El Valle. La romería que se celebra cada 1 de mayo, aunque no siempre fue así, pues en origen tenía lugar durante el mes de agosto, ha sido todo un éxito de participación y organización, tan sólo con algún que otro apunte cívico en relación a la basura. Hay quien cree que los residuos se recogen solos, y no, no es así.

Más allá de estos pequeños atentados a la naturaleza -mención aparte merece el estado lamentable del río Tajo-, la romería contó con la climatología a su favor. Incluso hubo que echar mano al protector solar factor 50. Por la carretera de El Valle, convertida en feria con chiringuitos y puestos de venta ambulante, peregrinaron miles de romeros en busca de la ermita y de una de las grandes devociones de la ciudad: la Virgen del Valle.

Durante todo el fin de semana una larga fila ha rodeado la pequeña iglesia para acercarse a la cadena que tira y acciona la campana que según dicen, si se toca, ¡te casas! A juzgar por el tañido incesante de la pequeña esquililla, los próximos años serán más que buenos en cuanto a los casamientos.

Ayer, hasta el autobús panorámico cargado de turistas subió a El Valle. No faltaron los asiáticos y sus cámaras de fotos, incluso en la barca que cruza el Tajo con un aforo máximo de 13 personas. O al menos eso ponía en un cartel impreso en A-4 y plastificado, pues el aforo se llegaba a triplicar. Y es que aunque el viaje sea gratuito y se formen largas filas, no se debería tentar a la suerte.