El Nobel de Medicina premia la lucha contra los parásitos

AGENCIAS
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La Academia Sueca reconoce al irlandés William C. Campbell, el japonés Satoshi Omura y la china Tu Youyou por sus investigaciones de las enfermedades transmitidas por organismos

 
El irlandés William C. Campbell y el japonés Satoshi Omura fueron galardonados ayer con el Premio Nobel de Medicina por el desarrollo de una nueva clase de medicamentos contra infecciones causadas por parásitos, un reconocimiento compartido con la china Tu Youyou por descubrir una terapia pionera contra la malaria.
«Campbell, Omura y Youyou han transformado el tratamiento de enfermedades parasitarias», señaló la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska de Suecia tras anunciar su decisión. 
El irlandés y el japonés descubrieron y desarrollaron una nueva molécula, la avermectina, cuyos derivados consiguieron bajar radicalmente la incidencia de la oncocercosis, o ceguera de los ríos, y la filariasis linfática, conocida generalmente como elefantiasis, ambas patologías tropicales desatendidas provocadas por gusanos (helmintos); además, dicho fármaco logró mostrar eficacia contra un número creciente de otras enfermedades parasitarias. 
Omura, microbiólogo y experto en el aislamiento de productos naturales, se centró en un grupo de organismos, Streptomyces, que viven en el suelo y se sabe que producen una gran cantidad de agentes con actividades antibacterianas. Equipado con habilidades extraordinarias en el desarrollo de métodos únicos para el cultivo a gran escala y caracterización de esos elementos, consiguió aislar nuevas cepas de Streptomyces a partir de muestras trabajadas en el laboratorio. 
Por su parte, Campbell, especialista en biología del parásito, se unió a la investigación del japonés para explorar su eficacia, sintetizándolo en una familia de insecticidas efectivos contra parásitos de animales domésticos y de granja. 
Así, el agente bioactivo se purificó bajo el nombre de avermectina, que fue modificada posteriormente químicamente hasta obtener un compuesto más eficaz llamado ivermectina. Esta sustancia fue probada, a su vez, en seres humanos con infecciones parasitarias y mató con eficiencia larvas microfilarias. 
En conjunto, las contribuciones del irlandés y el japonés llevaron al descubrimiento de una nueva clase de fármacos con una eficacia extraordinaria en la lucha contra enfermedades parasitarias. 
Mientras, Youyou desarrolló la artemisinina, un droga que redujo significativamente las tasas de mortalidad para los pacientes que sufren malaria. Más de 3.400 millones de los ciudadanos más vulnerables del mundo están en riesgo de contraer este mal, que  cada año se cobra 450.000 vidas, principalmente de niños. 
 
LUZ AL FINAL DEL TÚNEL. Hasta su descubrimiento, tradicionalmente se trataba la malaria con cloroquina o quinina. Sin embargo, en 1960, cuando todos los esfuerzos para erradicarla habían fracasado, en China, la galardonada investigadora trabajaba con la medicina tradicional a base de hierbas para hacer frente al reto de desarrollar nuevas terapias contra la malaria. 
Tras diversos experimentos en animales infectados con la enfermedad, el extracto de la planta Artemisia surgió como un candidato interesante. No obstante, los resultados fueron inconsistentes, por lo que Tu revisó la literatura antigua y descubrió indicios que la guiaron en su búsqueda de éxito para extraer el componente activo a partir de esta sustancia de origen natural. 
Este hallazgo fue el primero en mostrar que este componente, más adelante llamado artemisinina, era muy eficaz en la lucha contra el parásito de la malaria, tanto en los animales infectados como  en los seres humanos. 
De este modo, este compuesto representa una nueva clase de agentes antipalúdicos que matan rápidamente los parásitos en una etapa temprana de su desarrollo, lo que explica su potencia sin precedentes en la tratamiento de la malaria severa.