«Era  una chica normal. Es una sorpresa para todos», comentaban ayer unos vecinos que conocen a la joven veinteañera detenida el domingo como presunta integrante de una red de captación de yihadistas. No daban crédito a esta operación compartida entre las autoridades españolas y marroquíes que se ha cerrado con el arresto de diez individuos, cuatro de ellos en territorio español. La identidad de la joven ha corrido como la pólvora en la «tranquila» urbanización de Calalberche de Santa Cruz del Retamar, aunque oficialmente sólo ha trascendido que hubo al menos un arresto en la provincia de Toledo. Sin embargo, la operación policial no fue discreta porque los residentes amanecieron ese día alarmados por la presencia de decenas de agentes que cortaron los accesos a los bloques de pisos de la avenida Río Alberche. Ayer quedaban los cristales rotos de la entrada al portal y del piso donde se encontraba la mujer junto con su pareja, también detenida, según señalaron fuentes municipales.

Para los vecinos, se trataba de una chica «normal» de unos 23 años que vestía como «occidental», al menos hasta hace un año y medio, y que aprobó muy joven el carnet de conducir. Había trabajado en un bar de la urbanización donde fue detenida y en una frutería de una localidad madrileña. A principios de este verano, aseguran que su manera de vestir había cambiado. «Iba con burka y hasta con guantes», recordaba una vecina que hacía un año y medio que no la veía y evidenciaba su sorpresa por el giro de la joven.

De su pareja, de nacionalidad portuguesa, la gente de Calalberche no sabe nada. «Él aquí no vivía», apuntaban aunque había también quien no conocía tampoco a la joven. No obstante, todos hablan en las últimas horas del extraordinario despliegue policial que se extendió durante alrededor de ocho horas.

La sorpresa resultó mayor el domingo porque los vecinos destacan «la simpatía» del padre de la detenida, quien ha formado parte de los seleccionados en los Planes de Empleo municipales y lleva alrededor de una década afincado con su familia en la urbanización. En este periodo de tiempo, la familia se ha beneficiado también de los servicios sociales del Ayuntamiento de Santa Cruz del Retamar, concretamente del banco de alimentos.

una familia integrada. La concejala delegada del Ayuntamiento de Santa Cruz del Retamar en la urbanización Calalberche, Mayte Herráiz, subrayó que la familia numerosa a la que pertenece la joven está «completamente integrada».

Por eso, sorprendió tanto que el objetivo de decenas de agentes de la Policía Nacional fuera su vivienda. En un principio, desconocían el alcance de la operación: «Me presenté ante la Policía Nacional y no nos informaron de qué se trataba. Ni a la Guardia Civil», apuntó la edil de esta población de la comarca de Torrijos, quien se encontraba ayer en las oficinas del Consistorio en la mencionada urbanización.

No obstante, unos vecinos aseguran que se había detectado ya la presencia de agentes de paisano que vigilaban el entorno del edificio. Incluso señalan que había ‘secretas’ la noche anterior por los alrededores del inmueble, a donde la Policía Nacional entró hacia las seis de la madrugada del domingo en una operación conjunta con las autoridades de Marruecos.

«Había muchos periodistas y mucha policía», apuntaban los residentes todavía dentro del asombro por lo acontecido el domingo, aunque no vieron ayer ya a policías por los alrededores. Poco a poco vuelve la normalidad a Calalberche.