'Observando una foto' llegó la polémica

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Un artículo en el libro de las fiestas de Olías de un miembro de la hermandad de la Virgen del Rosario molesta en Bargas. Dice que tras la Guerra Civil, era constante el flujo de vecinos que mendigaban en el pueblo

 
‘Observando una foto’ es el artículo que ha motivado que el alcalde de Bargas, Gustavo Figueroa, no haya acudido este año a la Misa Mayor, algo que ha venido haciendo durante los últimos ejercicios, en honor a la Virgen del Rosario de Olías del Rey. Lo firma un miembro de la Hermandad de esta Virgen en el libro de las fiestas olieras, en el que emite un juicio de valor que lo ha ‘enemistado’ con la Hermandad del Cristo de la Sala bargueña y que ha forzado al regidor oliero a enviar una carta a su homólogo en la que lamenta los hechos.
En la imagen que analiza este miembro de la Hermandad de la Virgen del Rosario, de finales del siglo XIX, se apuntan una serie de cuestiones tales como que en la procesión sólo participaban los hombres, etc. La polémica llega cuando en un párrafo se detiene a analizar la presencia de un grupo de mujeres, que «no están en la procesión. Son un grupo de mujeres bargueñas mendigando... El pueblo de Bargas, al que admiro profundamente, ha sido siempre un pueblo de gentes sin tierras. Me explico: una pequeña minoría detentaba la propiedad de casi todo el territorio, mientras que la mayoría eran pobres de solemnidad. Esto explica la presencia repetida de gentes de Bargas que han ido a Olías a pedir limosna, como puede verse en la foto. Después de la Guerra Civil era constante el flujo de bargueños que mendigaban en Olías, un pueblo donde la propiedad estaba mejor distribuida y era posible encontrar un mendrugo de pan en casi todas las casas».
Una serie de frases que han levantado ampollas en los bargueños y que han llegado hasta el Ayuntamiento. Así, aunque Gustavo Figueroa restaba hierro al asunto, reconocía que el artículo no ha sentado bien en las filas de la Hermandad del Cristo de la Sala, que ha mostrado su malestar y no ha participado en los actos religiosos de su vecina Olías. En este sentido, «yo tampoco he asistido porque no me parece normal mi asistencia a un acto al que no van ellos», agregando que «es un despropósito lo que ha ocurrido en este libro», si bien matizaba que «no es un tema de Olías contra Bargas sino una opinión de una persona y, en este sentido, dejar claro que no hay ningún enfrentamiento, pero para mí lo primero es Bargas y el Cristo de la Sala y me he encontrado en la obligación moral de atender a mi gente y no ir».
Desde el Ayuntamiento de Olías, su alcalde, José Manuel Trigo, emitía un escrito al Consistorio bargueño, con registro el pasado día 2, indicando que la Administración local se limita a colaborar en la edición del libro de las fiestas, aunque «no nos exculpa de asumir una parte de la responsabilidad moral» en estas «lamentables palabras», dejando claro que «como es fácil de entender, lo escrito no refleja en absoluto el sentir de los olieros». «Como creyente, apelo a vuestro espíritu de perdón por la ofensa», agrega el escrito publicado en la página web de Bargas, y en el que Trigo muestra su deseo de contar con miembros de la Hermandad del municipio vecino en sus fiestas, un deseo que al final no se vio satisfecho en los actos religiosos del domingo.