Cospedal revalidaría la mayoría absoluta en las elecciones regionales

Redacción
-

Podemos irrumpiría con fuerza al conseguir tres escaños en las Cortes de Castilla-La Mancha. El PSOE pierde un 7 por ciento de los votos y ve cómo se amplía a 4 escaños la distancia con el PP

Cospedal revalidaría la mayoría absoluta en las elecciones regionales

El Partido Popular con María Dolores Cospeda al frente se mantiene firme en Castilla-La Mancha. A día de hoy, la presidenta regional volvería a ganar las elecciones autonómicas con mayoría absoluta, en un escenario político en el que irrumpe con fuerza Podemos, la nueva formación política que lidera Pablo Iglesias, y recibe un notable varapalo el PSOE de Emiliano García-Page. Son los principales datos de la encuesta de ‘NC Report’ realizada en octubre pasado, con una muestra de 3.000 encuestas telefónicas a cudadanos mayores de edad de toda la región. Según el sondeo electoral, de celebrarse comicios regionales, el PP obtendría 17 de los 33 diputados que conformarán las próximas Cortes de Castilla-La Mancha, lo que supone mayoría absoluta. La composición de la cámara pasa de 49 a 33 diputados, por lo que se produce una sustancial variación en el número de escaños de las dos formaciones políticas con representación en esta VIII legislatura. La diferencia entre PPy PSOE, ahora de un diputado, se convierte en brecha, al abrirse una distancia entre ambos de 4 escaños. Proporcionalmente, tras el cambio en la configuración de las Cortes los ‘populares’ no experimentan cambios, mientras los socialistas acusan una bajada notable y pasan, con el nuevo escenario, de 24 a 13 diputados.

Podemos, tercera fuerza.

El trabajo de ‘NCReport’ demuestra además que el electorado de Castilla-La Mancha no es ajeno al impacto de Podemos. Así, este nuevo partido alcanzaría tres escaños en las próximas Cortes autonómicas, apenas unos meses después de su constitución. Con la incorporación de Podemos el Parlamento regional volvería a contar con tres fueras políticas, ya que el resto de formaciones se quedan muy lejos de alcanzar la representación. El pronóstico coincide con los diversos sondeos electorales que conceden al nuevo partido político un papel relevante a partir de los próximos comicios.

En porcentaje de voto la posición del PP también se mantiene con solvencia. Según esta encuesta, cuyo trabajo de campo se realizó entre los días 12 al 23 octubre pasado mediante un muestreo aleatorio y proporcional por edades y sexos, el partido de Cospedal recibiría el apoyo del 42,6 por ciento de los votantes, frente al 35,5 por ciento que concede al PSOE. A la tercera fuerza, Podemos, le correspondería el 12,4 por ciento de sufragios, un porcentaje muy por encima de los que obtendrían IU y UPD. Ninguna de estas dos últimas formaciones conseguiría representación en el antiguo convento de San Gil, ya que el partido de Rosa Díez consigue un 3,4 por ciento, mientras que IU se queda por debajo con un 3,2 por ciento.

Mal resultado para el PSOE.

La mayoría de las fuerzas ven como mengua su respaldo en el electorado, pero es el Partido Socialista el que sale peor parado. Con José María Barreda al frente, el PSOE consiguió en las últimas autonómicas de mayo de 2011 un apoyo electoral del 42,8 por ciento, que ahora se quedaría en el 35,5; el retroceso, por tanto, es del 7,3 por ciento, el más acusado entre todos los partidos. En menor medida, el PP acusa también el desgaste de una legislatura endurecida por la crisis y las deudas que acumuladas por la Junt¡a, con un descenso del 4,9 por ciento, ya que pasa del 47,5 al 42,6.

Izquierda Unida también cede espacio ante el avance de Podemos, y pasa del 3,7 por ciento de los votos que obtuvo en las autonómicas de 2011 al 3,2. El resto de pequeñas formaciones apenas suman en conjuno el 0,6 por ciento de votos, mientras que disminuye también el voto en blanco. Por contra, avanza el abstencionismo, que crece algo más de seis puntos, hasta el 29,3 por ciento. En 2011, la abstención se situió en 23,1 por diento.

Nuevo mapa provincial.

En el análisis electoral por provincias, se producen cambios sustanciales. El PP ganaría en escaños en cuatro de las cinco provincias de la región, incluida Ciudad Real, que deja de ser feudo del socialismo; además, el PP rompe a su favor el empate que se produjo en 2011 en Albacete y Cuenca, mientras que repetiría triunfo en Guadalajara. Toledo sería la única provincia donde persistiría el empate en número de diputados entre PP y PSOE, que obtendría cada uno cuatro parlamentarios. El noveno diputado por Toledo sería para Podemos, que también obtiene representación con un escaño en Albacete y Ciudad Real.