La rotura de una tubería antigua, de las denominadas como de fundición gris por su aleación de hierro colado, fue la causa de que en la jornada de ayer se tuviera que proceder al cierre del Pozo del Salvador, toda vez que la cueva terminó anegada por varios palmos de agua.

Los trabajadores del Consorcio se encargaron de alertar de lo que sucedía, procediendo al cierre temporal del antiguo sótano y a cortar la luz de la instalación ante la amenaza de que el agua llegara a producir algún cortocircuito al llegar a los enchufes.

Los operarios de la empresa ‘Tagus’, concesionaria del servicio de aguas de la ciudad, comenzaron a trabajar en la reparación de la tubería inmeditamente, procediendo a sacar con una bomba extractora el agua del Pozo del Salvador.

La tubería afectada, según confirmó el generte de ‘Tagus’, Óscar Peris, se partió debido a su antiguedad. «Estaba ‘picada’», confirmó para añadir que contaba con un diámetro de 50 mm, por lo que era de pequeñas dimensiones, algo que favoreció que el nivel del agua no subiera demasiado en la cámara abovedada del Salvador.

Sobre las 17:00 horas la empresa ‘Tagus’ dio por concluida la intervención, sustituyendo la vieja tubería por una moderna de PVC.

 El conocido como Pozo del salvador se dio a conocer en 1997, cuando se practicaron unas catas arqueológicas en la misma plaza y se pudo comprobar la existencia de un sótano abovedado que estaba colmatado parcialmente de escombros. Hay que recordar que la zona que hoy es plaza estaba ocupada antes por el claustro del convento de San Marcos.

Más tarde, en 2002, la excavación arqueológica manual realizada por el Consorcio de Toledo terminó por sacar a la luz ese sótano abovedado de grandes dimensiones, que discurre paralelamente a la calle Trinidad y que se prolonga a través de una puerta en dirección a la propia plaza.