Sanidad busca un tratamiento para curar al español con ébola

B. López-J. D. Bazaga (SPC)
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El Ministerio trata de localizar un suero inmune de un paciente que haya superado el virus y sea compatible con el religioso leonés, ya que las reservas del fármaco ZMapp están agotadas

EL MISIONERO ESPAÑOL REPATRIADO ESTÁ GRAVE; NO RECIBIRÁ EL FÁRMACO ZMAPP

La vida del misionero leonés Manuel García Viejo juega una carrera contrarreloj; se encuentra ingresado en el hospital Carlos III de Madrid desde la madrugada de ayer, después de ser repatriado desde Sierra Leona. Sin embargo, las reservas del milagroso fármaco experimental Zmapp están agotadas en todo el mundo y el Ministerio de Sanidad está trabajando para encontrar un «suero inmune» de un paciente compatible que haya superado la enfermedad.

Así, según aseguraron desde el departamento que dirige Ana Mato, esta sustancia en cuestión se ha localizado en un hospital de Alemania, pero existe un problema. Ese suero procede de una persona que, si bien ha sobrevivido al Ébola, padece ademas hepatitis B, por lo que se está avaluando la compatibilidad del tratamiento «por motivos de seguridad», tal y como afirmó el responsable del centro de Alertas y Emergencias de la Dirección de Salud Pública del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón,

Los médicos son los que tienen que valorar los pros y los contras de esta alternativa; por un lado, son conscientes de que, al igual que el Zmapp, está en fase experimental y se desconoce su eficacia real. Y por otro, deben sopesar el cuadro clínico que presenta el religioso, quien se encuentra «grave», sufre «deshidratación» y tiene «·afectación» hepática y renal, tal y como reconoció el jefe de la Sección de Enfermedades Infecciosas del Hospital Carlos III, José Ramón Arribas, quien advirtió de que por expreso deseo del sacerdote no podía dar mas detalles sobre su estado ni sobre la evolución de la enfermedad.

A pesar de todos los reparos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Control Disease Center (CDC) de Estados Unidos dieron el visto bueno a las autoridades españolas para emplear estos tratamientos al considerar que «es ético intentar utilizarlos», aseveró Arribas. Así que, casi con toda seguridad hoy mismo, los médicos tomarán una decisión «clínica» de cómo actuar y trasladarán toda la información a García Viejo, que es el que tendrá la última palabra.

El misionero, que trabajaba como director del Hospital San Juan de Dios de la localidad de Lunsar (Sierra Leona) fue trasladado a Madrid después de caer enfermo contagiado por el virus del Ébola. Un avión medicalizado del Ejército español se trasladó hasta ese país y lo trajo de vuelta a España «sin incidencias» bajo estrictas medidas de seguridad. El aparato aterrizó ayer en la base aérea de Torrejón de Ardoz a las 03,15 horas y el paciente llegó «consciente y estable», según los detalles aportados por la directora general de Salud Pública, Mercedes Vinuesa.

Desde allí el misionero, fue trasladado hasta el hospital Carlos III, donde ingresó poco antes de las 04,00 en la planta sexta, que está cerrada al público, en una habitación acondicionada especialmente. Es el mismo lugar donde fue tratado, el pasado agosto, el padre Miguel Pajares, que falleció días después al no superar la enfermedad.

Los paralelismos en ambos casos son evidentes, si bien, según apuntan los especialistas en medicina tropical, les separan la edad -García Viejo es seis más joven que Pajares – y «cada uno reúne diferentes condiciones» clínicas.