Reinventando Corea

Esther Martín
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Alumnos de Arquitectura trabajan sobre un proyecto que propone coser la Avenida de Europa con Barber y ampliar los edificios

Recuperar e inventar Corea. Un proyecto atractivo para los alumnos de la Escuela de Arquitectura  de la Universidad de Castilla-La Mancha. Esta pasada semana los estudiantes del quinto curso presentaron a la consejera de Fomento, Marta García de la Calzada, los trabajos de renovación urbana que han preparado en clase. Otras propuestas de rehabilitación y edificación versaron sobre el barrio Alférez Rojas de Talavera de la Reina;  en Ciudad Real en el barrio Pío XII y dos en Cuenca, en Camino Cañete y en las Setecientas.

También los alumnos de cuarto han optado por un proyecto recurrente en la ciudad. Un barrio, Corea, con más de cincuenta años a la espalda, creado con pocos recursos y habitado, en su mayor parte, por personas de edad avanzada.  Elena Medina, Alicia García, Ángel Roldán y Carlos Hervás llevan desde febrero dando vueltas a la idea de cómo mejorar este espacio, en el que también hay muchas viviendas vacías. En el taller de proyectos, el profesor José Ramón de la Cal les planteó un trabajo de intervención urbana en Toledo. Estos estudiantes lo tuvieron claro desde el principio. «Una de las zonas más interesantes es el barrio de Corea». Otros compañeros están planificando cómo mejorar el área de los cigarrales y otros el entorno de Bisagra.

Los alumnos hicieron hincapié en cómo el barrio, incorporado en el tejido urbano de Toledo, no está integrado en el entorno. «Se trata de una zona que se ha quedado atrás en el desarrollo urbano de la ciudad». Y sobre él han decidido trabajar porque se encuentra encerrado entre el Parque de las Tres Culturas y el barrio de Palomarejos «dando la espalda a la ciudad por ambos lados». Estos jóvenes invitan a pasearse por el barrio para comprobar unas carencias que saltan a la vista y, de esta forma, consideran necesaria una intervención de forma integral del barrio tanto en el interior de estos bloques de viviendas como en la relación de los bloques con los espacios públicos. Y así, en sus planos y en la maqueta sobre los que trabajan en las aulas de la Fábrica de Armas, se aprecia un replanteamiento de estos espacios públicos desde la idea de un parque que pueda dar continuidad al de las Tres Culturas.

Para este barrio encorsetado, «que todo el mundo rodea, pero que nadie apenas cruza», los estudiantes también han pensado en cómo mejorar las viviendas y los problemas que tienen sus residentes. Proponen intervenciones «sencillas e integrales» con la ampliación de los edificios de dos a tres metros en relación al uso, torres de ascensores que puedan servir a la vez a varios de los bloques de casas y sistemas de confort comunes y sostenibles.  Además, con el objetivo de enriquecer la economía del barrio, estos estudiantes de Arquitectura proponen recuperar el comercio tradicional de toda la vida y también fomentar el uso administrativo relacionándolo con el uso residencial, que en este momento es el que predomina en el entorno. «Queremos también que haya interacción entre los vecinos  con la creación de pasarelas».

Los jóvenes han recogido las opiniones de los vecinos, que siguen quejándose de que sus viviendas son muy pequeñas, tienen poca luz y carecen de un sistema común de calefacción. Lo que no contemplan es el derribo de los edificios «porque estéticamente son bonitos». «No hay que destruir la identidad de Corea sino reafirmarla con intervenciones puntuales que fomenten la integración con el resto de la ciudad».

viario. En su reinvención del barrio, consideran que en Corea sobra gran parte del viario que «ahora mismo no se está utilizando». Y así se les ha ocurrido que hay que otorgar más importancia a las calles que articulan el barrio. «Habría que coser la Avenida de Europa con Barber a través de Corea y el parque con vías principales de doble sentido». La vegetación irá, al igual que los edificios, situada en bandas y se activará dependiendo de la época del año. Estará formada por cerezos y almendros.