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El arte urbano, traducción de la expresión street art, llega al Casco histórico de Toledo. Pero no lo hace en forma de grafitis callejeros sino de cuidados elementos decorativos. Un total de 20 comercios de la calle Ancha y la calle Hombre de Palo decorarán sus cierres metálicos con un proyecto innovador que se irá extendiendo a otros barrios de la ciudad.
Será el Ayuntamiento quien asuma los gastos de la iniciativa, un total de 5.000 euros ya que el coste de pintar cada uno de los cierres metálicos asciende a 250 euros. Así lo explicó ayer la concejala de Promoción Económica y Turismo, Ana Isabel Fernández Samper, quien presentó el proyecto acompañada del alcalde, Emiliano García-Page, la edil de Juventud, Nuria Cogolludo, y dos de los artistas que ejecutarán los trabajos, Eduardo y Javier, de la empresa toledana ‘Viciografx’.
Los diseños utilizados serán mosaicos árabes, el tradicional damasquinado, así como en elementos propios de las tres culturas que convivieron durante siglos en la capital regional con el objetivo de no desentonar con el patrimonio.
No en vano, la iniciativa pretende aunar «arte urbano, modernidad, historia, patrimonio y el concepto de una ciudad limpia y ordenada» así como ofrecer una oportunidad a los jóvenes creadores toledanos para ‘enseñar’ sus obras artísticas.
Son 20 los establecimientos que se ‘pintarán’ en esta primera fase con el objetivo fundamental, dijo el primer edil, de reconvertirse en un elemento atractivo para los vecinos y los turistas. «Buscamos que lo fríos cierres metálicos se conviertan en elementos decorativos que mejoren la imagen de la ciudad», remarcó García-Page.
Todo ello, dijo, gracias a un proyecto que «trata de ofrecer la imagen de una ciudad limpia, ordenada y siempre atractiva, que no cierra ni de día ni de noche».