Un descuido durante una quema de rastrojos ha provocado un incendio que ha afectado a unas 60 hectáreas de matorral en el término municipal de El Real de San Vicente, según han estimado fuentes municipales. Este fuego, por suerte, no ha causado daños personales ni ha afectado al casco urbano de la localidad serrana.

Según explica el alcalde, Lorenzo Martín, el incendio se produjo sobre las 11 de la mañana de ayer jueves día 5, cuando una persona quemaba un montón de hojas de castaño. El fuego se extendió debido a una racha de viento y no pudo ser controlado por el sujeto, que dio aviso al Ayuntamiento y al 1-1-2. Se puso en marcha un dispositivo que incluyó a operarios forestales, bomberos del Parque Provincial de Santa Olalla y un helicóptero de extinción. El fuego se pudo dar por extinguido sobre las 4,30 de la tarde.

El regidor explicó que la zona dañada por las llamas se sitúa en el entorno del paraje de  Fuentefría, una área de sierra de difícil acceso situada a unos dos kilómetros del casco urbano de El Real. Aún así, Martín tranquilizaba sobre el daño medioambiental, manifestando que en la mayor parte de la superficie quemada sólo había arbustos y que no había resultado afectada masa arbolada, más allá de unos castaños.

Aún recordando que las quemas de hojas deben hacerse con precauciones como evitar momentos con viento y aislar  lo que se va a quemar para evitar que las llamas se extiendan, como ha ocurrido en esta ocasión, el alcalde hacía un llamamiento a limpiar los montes de un exceso de vegetación que contribuye a aumentar las consecuencias de accidentes de este tipo. «Esta cosas pueden pasar si no se limpian los terrenos y se cuidan los caminos», advertía el alcalde sobre la necesidad de controlar el exceso de maleza en zonas forestales.

Arde un pajar y un camión en Bargas. 

Por otra parte, bomberos del Consorcio Provincial controlaban a última hora de la tarde de ayer un fuego iniciado sobre las 16 horas que afectaba a un pajar y un camión en una granja situada en el kilómetro 7 de la CM-4003, en el término municipal de Bargas. Pese a la aparatosidad del incendio, al generar la paja una importante columna de humo y ser un combustible de difícil extinción, el siniestro quedó perimetrado y no causó daños personales.