En el Día Europeo de la Logopedia, creado por el CPLOL, un organismo europeo que representa al colectivo, estos profesionales se han centrado en este 2015 en la pérdida del lenguaje tras sufrir un ictus, accidentes cerebrovasculares, traumatismos craneoencefálicos así como enfermedades neurodegenerativas. La conmemoración llega esta vez bajo el lema ‘De repente sin palabras’ y en esta ocasión, como explica Edita Fraiz, presidenta del Colegio de Logopedas de Castilla-La Mancha, también quieren insistir en que los usuarios llevan varios años sufriendo «la crisis» a la hora de acceder a sus servicios y en cómo está habiendo una reducción en el número de plazas de centros públicos y en las ayudas para que los pacientes puedan acudir a estos profesionales.
Para celebrar esta conmemoración, el colectivo, que reúne a 400 profesionales en la región, organizará mañana un curso de formación en el hospital ‘Virgen de la Salud’ de la capital regional para profundizar en los conocimientos de la especialidad. Y es que, atendiendo al mensaje de este año, insiste en que el trabajo del logopeda «varía mucho» dependiendo del accidente y de sus consecuencias sobre la comunicación del paciente.
De este modo, asegura que se trata de una profesión asociada generalmente a la infancia, cuando a día de hoy trabajan con personas de todas las edades, que, por una circunstancia u otra, tienen que «reeducar su lenguaje». Por ejemplo, por haber sufrido cáncer de cuello o las disfonías, que afectan, sobre todo, a profesores o periodistas que trabajan con la voz.
No obstante, asegura que se trata de una figura «cada vez más demandada» a la que se recurre cuando el lenguaje se ve afectado en la expresión y comprensión. La presidenta del colectivo, que tiene su sede en Toledo desde 2001 cuando se creó el colegio, explica que los casos que tratan varían mucho del entorno hospitalario al ámbito privado. Mientras en el hospital se tratan patologías fruto del daño cerebral o disfonías, en las clínicas abundan más menores que sufren un retraso del lenguaje, dislexia o tartamudez.
La profesional explica que en este momento hay una mayor conciencia sobre un problema que se puede atajar. «Antes se decía que el niño ya hablaría o ya aprendería a leer más adelante mientras que ahora acuden al profesional cuando se detecta el problema». Ocurre lo mismo cuando una persona más mayor ha sufrido daño cerebral. «No tiene que quedarse así sino que hay que intentar recuperar el lenguaje para volver a su vida cotidiana. No es tanto que haya mayor incidencia de estas patologías sino que hay más conciencia».
A pesar de no estar presentes en los colegios, la presidenta del Colegio de Logopedas de Castilla-La Mancha considera que lo ideal sería «la integración» en las aulas de los alumnos con mayores dificultades en el aprendizaje si bien «son necesarios más recursos».