El CD Toledo volvió ayer de Parla con un triunfo bajo el brazo, 45 minutos de buen juego y una segunda mitad para reflexionar. Los hombres de Onésimo Sánchez saltaron al campo con ganas de mover la pelota y en el primer tiempo fueron los grandes dominadores del centro del campo, siguiendo las líneas de juego atisbadas en este comienzo de pretemporada, con gran protagonismo para las bandas.

La gran referencia de los verdes fue Roberto, un delantero de los de antaño; de los que se ofrecen y dan facilidades a sus compañeros. La mayor parte de los balones le buscaron a él en la primer mitad.

Pero no fue hasta el minuto 22 cuando se pudo abrir la lata. Un córner sirvió para poner el balón a Alex Cruz, que enganchó su disparo en el borde del área para que Acuña, atento en el punto de penalti, fuera el más listo de la clase a la hora de meter la pierna y empujar a gol.

Con el coche encarrilado llegó el vendaval de ocasiones visitantes, que pese a todo no desestabilizaron a un Parla muy ordenado.

 En el minuto 35, Txomin probó fortuna con un disparo que el meta acertó a enviar a córner. El extremo izquierdo lo intentó después en varias ocasiones, pero su disparo exterior no encontró recompensa.

En el minuto 38 llegó una de las jugadas para la galería. La mejor del encuentro, si cabe. Roberto dejó claro que ha venido para ser el ariete titular de los verdes y, tras recibir de espaldas, se lo dejó meridianamente claro a su marca para marcharse con un quiebro y encarar al portero en pugna con un defensa. Sólo la presencia de ambos le impidió definir con claridad bajo los tres palos.

Tanto va el cántaro a la fuente que al final, de nuevo Roberto, vio la entrada de Betrouni para servirle un balón que puso desde línea de fondo a Ambrose, que con todo a su favor lo estrelló contra el palo.

Roberto era el protagonista de los minutos finales de la primera mitad, y de nuevo encontró como cómplice a Bertrouni para dejarle sólo en el área y poder batir al meta local.

Con el 0-2 se llegó al descanso, y tras el paso por vestuarios el partido perdió intensidad, orden y ritmo. Principalmente en el bando toledano, porque al Parla sí que le sirvió para ganar algo de cuerpo.

Pero ahí estaba Zabal para abortar la aspiraciones de los madrileños. Un par de mano a mano del recién fichado meta, y un palo en el 68, salvaron al Toledo de perder su renta de dos goles.

Adri y Rubén estuvieron fallones arriba y, con un centro del campo desdibujado, todo el protagonismo fue para el portero, que aún tuvo tiempo de sacar una pierna milagrosa a remate de Raúl Pérez, el más inquieto del Parla de cara al gol.