El Museo del Ejército honra al Greco

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La exposición 'Las armas del Greco' recorre tanto los usos militares de los siglos XVI y XVII como su iconografía en el arte y muy especialmente en los cuadros del artista cretense

Las empuñaduras de espadas, como esta ropera, constituyen una parte importante del discurso de esta exposición. - Foto: Víctor Ballesteros

El Museo del Ejército acoge ya la exposición ‘Las armas del Greco’, un recorrido por la sociedad, la iconografía militar y el armamento de los siglos XVI y XVII que permanecerá instalado en el Alcázar hasta el próximo 26 de octubre. La muestra recoge no solamente diferentes tipologías de armas a partir de las pinturas del Greco -la espada ropera del retrato del Caballero de la mano en el pecho o las ginetas nazaríes que el artista representó en El martirio de San Mauricio y la Legión Tebana-, sino todo un compendio de usos y costumbres, desde la regulación del uso de las armas hasta su evolución de lo castrense a lo cortesano, pasando por su representación en el arte como símbolo de ostentación social. ‘Las armas del Greco’, explicó su comisario, Germán Dueñas, conservador jefe del Departamento de Armas del Museo del Ejército, está articulada en tres bloques diferentes: La importancia de las armas dentro de la sociedad, desde la caza hasta la guerra, pasando por su presencia en acontecimientos populares; su representación en diferentes contextos artísticos y un tercer apartado específicamente centrado en el Greco y las tipologías de espadas, armaduras, alabardas y otras piezas plasmadas en sus obras.

El comisario de la exposición aprovechó la inauguración de la misma para reivindicar una mayor especialización académica e investigadora relacionada con el campo de las armerías históricas, de las cuales España posee una -la Real Armería de Madrid, instalada en el Palacio Real- «que podría ser considerada la mejor del mundo», en competencia con la de Viena. Germán Dueñas destacó la labor del Instituto de Historia y Cultura Militar y recordó la existencia de un Instituto de Armas Antiguas en nuestro país que, aunque asociado al CSIC y muy novedoso en su época, se encuentra enclavado en una pequeña localidad extremeña, Jaraíz de la Vera, y ha sufrido seriamente los embates de la crisis económica. También encomió los artículos publicados en la revista Gladius, referente de peso a nivel internacional para el estudio de esta disciplina. Pero lamentó el hecho de que las armerías, «en España, hayan sufrido cierto maltrato histórico en el ámbito universitario».

Cerró el acto el teniente general Juan Campins Miralles, segundo Jefe de Estado Mayor del Ejército, quien extrapoló el legado histórico de la milicia española -el Greco fue contemporáneo de los Tercios, apuntó- a los tiempos actuales: «Su honor y virtudes son los que adornan a quienes sirven hoy en Afganistán, Líbano, Somalia o donde el Gobierno nos mande». Campins Miralles, quien manifestó que «no hay mejor lugar que el Museo del Ejército para organizarla», invitó por tanto a visitar esta exposición «con la mirada puesta en el pasado, pero también en el presente y en el futuro».

- Foto: Víctor Ballesteros

Un triple discurso. El recorrido por la sociedad de los siglos XVI y XVII se inicia con pinturas como la Entrada del Emperador Carlos V en la piazza de San Petronio de Bolonia, obra de Juan de la Corte (Ministerio de Asuntos Exteriores), y el Auto de fe de escuela madrileña que se conserva en el Museo del Greco. En ambos aparecen representados tanto formaciones militares como diferentes tipos de armas (alabardas, picas, espadas). Este espacio de la exposición se encuentra dedicado también al empleo de arcabuces para la caza.

La representación de las armas en la pintura incluye obras como el Retrato de un joven militar que el marqués de la Vega Inclán adquirió para la Casa y Museo del Greco considerándolo obra del pintor cretense. Atribuido en realidad al pintor boloñés Bartolommeo Passerotti, ofrece elementos tan destacables como la media armadura, la espada y la bengala de mando. En este ámbito de la exposición es posible destacar desde pinturas de historia (una representación del Socorro de Puerto Rico, de Carducho) hasta retratos ecuestres como el del general Francisco Moncada, marqués de Aytona, mostrado junto a una réplica retroiluminada del San Martín partiendo su capa con el mendigo, del Greco.

- Foto: Víctor Ballesteros La antigua jineta de Ali-Atar, propiedad del Museo del Ejército, es una de las joyas de esta exposición. Esta antigua espada de la Granada nazarí, propiedad del suegro de Boabdil, se muestra junto a una completa colección de espadas. La exposición hace hincapié tanto en sus empuñaduras como en sus hojas, incluyendo un catálogo de punzones toledanos (con los cuales eran marcadas las hojas). Además de las espadas, ‘Las armas del Greco’ incluye piezas enastadas como lanzas y alabardas (representadas estas últimas en pinturas de personajes decapitados, como el San Judas del Greco) y un amplio discurso relacionado con la caballería y con la artillería.

Para finalizar, los organizadores han instalado un panel en donde es posible apreciar algunas de las restauraciones realizadas con motivo de la exposición.