Los dos incendios de Guadalajara rebasan las 3.000 hectáreas

Redacción
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Cospedal siguió desde la zona los trabajos de los 470 efectivos, 82 medios terrestres y 17 aéreos que lucharon ayer contra el fuego. Confirmó que la situación había mejorado

Cospedal visitó la zona afectada en Aleas (Cogolludo). - Foto: NACHO IZQUIERDO

Una jornada más anocheció en Guadalajara sin que los dos incendios que asuelan desde hace días esta provincia estuvieran controlados. A última hora de ayer se mantenían en nivel 2 de alerta, el que obliga entre otras cosas a que intervenga la Unidad Militar de Emergencias. Pero los efectivos de la UME son solo una parte de las más de 470 personas que ayer estuvieron luchando contra el fuego en la provincia alcarreña, sumando además 87 medios terrestres y 17 aéreos. Todo este dispositivo seguía trabajando duramente ayer para intentar estabilizar el fuego, aunque la labor realizada por la noche ya consiguió rebajar su virulencia.

Las condiciones eran muy adversas el viernes, con altas temperaturas y fuertes rachas de viento. Esto motivó que el fuego de Cogolludo que se declaró el jueves y se dio por controlado esa noche, se volviera a reavivar unas horas después. También hizo que el avance de las llamas fuera espectacular. De un perímetro de 600 hectáreas el viernes, ayer sábado ya se cifraba el perímetro del incendio de Cogolludo en 2.100 hectáreas. El avance del fuego en Bustares no fue menor, ya que pasó de un perímetro de 200 hectáreas el viernes a 1.000 el sábado.

La magnitud de estos dos fuegos hizo que ayer Cospedal acudiera a la zona a seguir los trabajos de extinción. La presidenta de Castilla-La Mancha confirmó que dentro de esos dos perímetros, que en total suman más de 3.000 hectáreas, no todas las zonas están dañadas. Aun así, el valor ecológico de las dos áreas afectadas se va a ver muy perjudicado por las llamas. La zona de Cogolludo, en la proximidades de la pedanía de Aleas, es de bosque. El incendio de Bustares se adentró incluso en la zona protegida del parque natural de la Sierra Norte de Guadalajara.

Un total de 470 personas trabajaron ayer en Guadalajara para extinguir los dos incendiosUn total de 470 personas trabajaron ayer en Guadalajara para extinguir los dos incendios - Foto: NACHO IZQUIERDO La cercanía de las llamas a zonas habitadas también obligó a evacuar personas desde los primeros momentos del incendio, sobre todo en el área de Bustares. Ayer por la tarde se confirmó que al menos los vecinos de Gascueña de Bornova ya pudieron regresar a sus casas. Posteriormente también pudieron volver los de Monasterio y Fraguas. A última hora del día, solo seguían evacuados los habitantes de Fraguas. Cospedal resaltó que todos los vecinos de los pueblos de alrededor han tenido atención por parte de Protección Civil, la Delegación del Gobierno, la Guardia Civil y el resto de cuerpos, como Cruz Roja, que han posibilitado que «se sientan confortables y atendidos». Señaló que era la «máxima preocupación» de las administraciones involucradas en la extinción del incendio.

A diferencia de las condiciones meteorológicas del viernes, que pintaban el peor de los escenarios, ayer Cospedal confirmó que «la situación es mucho mejor de lo que era hace 24 horas». En concreto, especificó que la meteorología ayudó bastante ayer, porque bajó mucho la temperatura y el viento facilitó el trabajo. Aun así, y teniendo en cuenta que los dos incendios seguían en nivel 2 de alerta, Cospedal fue prudente en sus declaraciones: «Tenemos que estar muy atentos a cómo se va desarrollando el incendio».

Apoyos de Madrid y Castilla y León.

Muchas son las administraciones que están trabajando de forma coordinada para controlar los dos fuegos. Interviene la Consejería de Agricultura de la Junta, la Diputación de Guadalajara, el Ministerio de Agricultura, la UME y además se ha contado con la colaboración de otras autonomías como Madrid y Castilla y León. Cospedal resaltó ayer que todos estos efectivos estaban trabajando «con profesionalidad y dedicación absoluta».

Una cosechadora fue el origen del incendio de Cogolludo. En el caso del fuego de Bustares, se provocó mientras se realizaban labores apícolas en la zona.