Cayetana, condesa de Casarrubios del Monte y heredera de Álvarez de Toledo

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Cayetana no estuvo nunca en Casarrubios pero uno de sus 13 condados pertenecía a la localidad sagreña. El nombre de Casa de Alba proviene del ducado de Alba de Tormes, título otorgado a los Álvarez de Toledo

María del Rosario Cayetana (obviamos el resto de sus diecisiete nombres) Fitz-James Stuart y Silva llegó a ser dieciocho veces Grande de España. Legó a sus hijos cuatro de sus títulos nobiliarios con grandeza, quedándose con catorce. Estaba además en posesión de 17 marquesados, 13 condados y un vizcondado. Con ese bagaje nobiliario, es difícil no tener vinculación con todos los rincones de la geografía española, y Toledo no es desde luego una excepción.

Por línea directa hay que destacar su título de condesa de Casarrubios del Monte. Que se tenga constancia nunca pisó la localidad sagreña, pero Cayetana estaba en posesión del título de su condado, que fue creado en 1599 por el rey Felipe III.

Estuviera o no en Casarrubios, lo cierto es que Toledo está muy presente en su familia, pues la Casa de Alba de Tormes debe su nombre al ducado de Alba de Tormes, título de nobleza con Grandeza de España otorgado a los Álvarez de Toledo, perteneciente al linaje de la Casa de Toledo, familia nobiliaria que tiene sus orígenes en el siglo XIII en la corona de Castilla.

La Casa de Alba correspondió a la familia de los Álvarez de Toledo durante trescientos años hasta que a la muerte sin descendencia de María del Pilar Teresa Cayetana de Silva y Álvarez de Toledo, la XIII duquesa, pasó al linaje de los Fitz-James Stuart, en la persona de Carlos Miguel Fitz-James Stuart y Silva, sobrino-bisnieto de Fernando de Silva y Álvarez de Toledo, XII duque Alba de Tormes y abuelo de la XIII duquesa. La Casa de Berwick es una rama ilegítima de la Casa de Estuardo del Reino de Escocia, que son duques de Berwick en el Reino de Inglaterra y duques de Liria y Jérica en el Reino de España.

Desde la unión con la Casa de Fitz-James Stuart, junto a las armas de la casa de Toledo se muestran los emblemas heráldicos de Inglaterra, Escocia, Irlanda y la leyenda perteneciente a los Álvarez de Toledo: «Tv in ea et ego pro ea» que puede traducirse como «Tu en ella y yo en su favor» o «Tu en ella y yo por ella», que vendría a significar «Dios en la patria y yo por la patria».

Desde luego, hay que destacar que la conexión con la capital de Castilla-La Mancha sólo es nominal, al margen de las visitas a bodas y otros actos culturales a los que Cayetana asistió en Toledo y que nada tenían que ver con sus títulos nobiliarios o con alguna de sus propiedades.

Gregorio Marañón. Indirectamente sí que Cayetana ha tenido conexión con la ciudad de Toledo con algunos de sus ilustres vecinos. Ese es el caso de su vinculación con doctor Gregorio Marañón, gran amigo del padre de la duquesa, y la persona que atendió Cayetana en su nacimiento.

Y es que, la noche del 28 de marzo de 1926, en una de las habitaciones del Palacio de Liria, su padre estaba reunido con tres de sus mejores amigos: el doctor Gregorio Marañón, el filósofo José Ortega y Gasset y el escritor Ramón Pérez de Ayala. Según desveló la propia Cayetana en varias ocasiones a lo largo de su vida, fue atendida por el doctor Gregorio Marañón en un primer momento en las habitaciones del palacio sevillano y rápidamente se enviaron comunicaciones a la prensa y a la Casa Real informando de su nacimiento. Una llegada al mundo muy particular para una persona que no dejó a nadie indiferente a lo largo de toda su vida.